San José y Londres El exceso de oferta derrumbó ayer los precios del crudo de petróleo en los mercados internacionales, hasta niveles que el mundo no experimentaba desde el 2003.
Solo en lo que va del 2016, las reducciones acumulan un 25%.
El estadounidense de Texas (WTI, por sus siglas en inglés) se desplomó hasta $26,55 el barril, su mínimo en casi 13 años, mientras que el Brent europeo rebasó los $28 al cerrar en $27,88, y el de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) cotizaba en $23,85.
Sin embargo, en Costa Rica, el impacto aún no llega a las tarifas que pagan los consumidores al comprar combustibles.
La Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) paró la actualización de los precios desde octubre, pues está preparando una nueva metodología que calculará los costos en los que incurre Recope al comprar cada producto.
Usualmente, la Aresep actualiza las tarifas de consumo los segundos viernes de cada mes, mediante ajustes extraordinarios que responden a los movimientos internacionales.
No obstante, la institución no hará ningún cambio hasta que el nuevo modelo esté listo.
“A mediados de febrero veremos hacia atrás y haremos un ajuste tomando en cuenta todas las variaciones del mercado hasta el momento”, dijo la vocera de Aresep, Carolina Mora.
Carlos Montenegro, de la Cámara de Industrias (CICR), comentó que los empresarios sí tienen expectativas de que los precios se reduzcan conforme a la nueva realidad.
Lucha de poder. El precio del crudo de petróleo viene en franco descenso desde junio del 2014.
La ralentización de la economía china, que crece al menor ritmo del último cuarto de siglo, y las previsiones de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que anticipa que la demanda de crudo avanzará más lento de lo esperado en el 2016, han avivado el temor de que aumente el volumen de barriles que cada día quedan sin comprador.
Al mismo tiempo, el visto bueno de la comunidad internacional a que Irán vuelva a exportar crudo, tras cuatro años de veto por su programa nuclear, amenaza con inundar el mercado.
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La AIE y la mayoría de los especialistas coinciden en que no hay signos de que en el corto plazo se vaya a revertir la tendencia, a pesar de que los bajos precios han golpeado la industria en inversiones y puestos de trabajo.
Por ahora, la opción más plausible para una recuperación pasa por que la OPEP acepte bajar su techo de bombeo, que supera las necesidades del mercado.