Un estudio de mercado del Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC) alertó acerca de omisiones en los contratos cometidas por los emisores de tarjetas de crédito.
La entidad encontró, en total, 25 omisiones en 16 de las 25 entidades que emiten tarjetas y que se incluyeron en el estudio.
De acuerdo con el informe, con datos al 31 de julio, la fecha de corte, el plazo del crédito y la definición y condiciones del periodo de gracia son los casos más frecuentes.
Pero también se hallaron casos de inexistencia del mecanismo y fórmula para estimar la tasa de interés, explicación de la forma en que se construye el pago y de la forma en la cual se define el pago mínimo por la tarjeta.
A eso se añaden otros donde se omitió la tasa de interés nominal anual y mensual, la definición de las comisiones, honorarios y otros cargos, además de la manera en que se cobran; la definición de los cargos administrativos, así como la forma en que se cobran y los casos en que proceda la suspensión del uso de la tarjeta.
La primera medida de este Ministerio es solicitar a la entidad la corrección inmediata de las faltas. En caso de incumplimiento, el MEIC puede abrir un proceso que culminaría en eventuales sanciones al emisor de la tarjeta.
Mercado. El MEIC presentó también el estudio trimestral del mercado de tarjetas. Encontró que el saldo de la deuda estaba, al 31 de julio, en ¢798.670 millones.
Ese montó bajó un 4,47% respecto a los ¢836.118 millones de saldo al 31 de julio del 2014, y cayó un 7,59% en relación con los ¢864.324 millones del 30 de abril del 2015, el anterior estudio del mercado local de tarjetas.
La cantidad de tarjetas en circulación se ubicó, al 31 de julio, en 2.019.570, lo que implica 73.963 más que en abril.
La morosidad de uno a 90 días fue de 7,85% y la mayor de 90 días fue de 4,91%, a julio pasado.
Erick Ulate, presidente de la Asociación Consumidores de Costa Rica, consideró que la merma en los saldos de deuda en tarjetas es una muestra del temor actual de la gente frente al endeudamiento.
El representante advirtió de que según la Asociación, no existe todavía una cultura en Costa Rica acerca del uso racional de ese sistema de crédito fácil.
El otro problema, agregó Ulate, es que muchos de los usuarios no buscan una tarjeta, sino que los emisores los identifican e insisten hasta que la reciben.