El confinamiento provocó un inesperado resultado en la venta de árboles de ciprés para la Navidad de este 2020

Algunas de las empresas vendedoras de este adorno navideño, contra todos sus pronósticos, cerraron las fincas porque ya colocaron toda su producción

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La obligación de permanecer más tiempo en casa, olvidarse del impacto de la pandemia y la idea de percibir en los hogares el olor característico de la Navidad causó un inesperado aumento en la venta de árboles de ciprés, en este 2020.

Varias arboledas dedicadas a esta actividad no esperaban un resultado tan positivo, ante la baja en ingresos de muchas familias y los temores a salir por el impacto de la covid-19.

Pero resultó lo contrario. Las familias acudieron a las plantaciones para escoger su árbol, a la espera de dejar atrás los problemas del confinamiento y el peligro de la pandemia, según le dicen los clientes a Helberth González, dueño de la Arboleda González, ubicada en El Alto de la Trinidad, en Moravia.

González abrió en octubre la venta de ciprés, con algún grado de temor. “Le digo una cosa —comentó el productor— estábamos esperanzados en Dios, pero por la situación, por el impacto de la pandemia, también teníamos temor”.

“No hemos cerrado totalmente porque aún quedan unos (árboles) pequeños que se pueden sacar. Si fuera del caso de no vender más, ya estoy más que agradecido con Dios, ya superé las expectativas”, dijo González.

La Arboleda González prácticamente cerró la venta el fin de semana del 5 y 6 de diciembre, mucho antes de lo tradicional. El propietario dijo que solo quedan árboles pequeños, cuya salida sería mayormente para diciembre del 2021, así como arbolitos en maceta, una modalidad de mucha demanda recientemente.

En la Arboleda Oldemar Zamora, 500 metros al norte del bar Las Juntas, en San Luis de Santo Domingo, también cerraron el fin de semana que pasó, ya que casi vendieron todo.

“Gracias a Dios la gente nos ayudó. El árbol estaba muy bueno, se trabaja muy bien y por eso los clientes respondieron”, explicó Olendia Villalobos, de la familia propietaria de esa plantación.

La misma tendencia

Virginia Zamora Villalobos, de la Arboleda La Perla, unos 600 metros al noreste del Bar Las Juntas, en el mismo San Luis de Santo Domingo, Heredia, percibe lo mismo: “Yo no creía, pero las ventas se movieron mejor que en otros años”.

“La gente viene a inicios de noviembre y se lleva los árboles, para disfrutarlo más, dicen. El año pasado se vendió mucho, pero este año (la venta) ha estado buena buena”, explicó mientras estaba en la plantación con su esposo Célimo Valerio Bolaños.

En esta arboleda tienen clientes fijos, quienes desde hace 17 años siempre llegan a escoger el ciprés que llenará de aroma navideño la casa.

Yoffrey Valerio, en la Arboleda RVZ, a un lado de la ruta 32, hacia Guápiles, reconoció que ante las circunstancias estaban preocupados en la apertura de la ventas, allá por octubre. Pero resultaron mejores que el año pasado, aseguró el 7 de diciembre, mientras mostraba el cultivo.

Manuel Prado, de la Arboleda el Cipresal, en calle Gutiérrez, Alajuela, enfrentó un fenómeno que en el resultado final le resultó negativo, aunque quizá no bajó el número de clientes.

El tema, explicó, es que los compradores prefirieron este 2020 árboles más pequeños que en años anteriores. De esa manera, hubo que vender dos para recibir lo que en otros años se obtenía con la colocación de uno grande.

El productor alajuelense manifestó que todavía tiene arbolitos para colocar y que mantendrá abierta la venta, aunque consideró, por experiencia, que la mayor demanda se produce entre la última semana de noviembre y la primera de diciembre.