Nueva York. EFE Con mal sabor de boca, los inversores esperan ahora que los datos macroeconómicos de esta semana sean más alentadores, entre los que se encuentran el índice de tendencia futura de la economía de Estados Unidos de The Conference Board y las ventas de los minoristas y el índice de precios de productor (IPP), que publica el Gobierno estadounidense.
Y es que los inversionistas terminaron la semana pasada con un mal sabor de boca, producto por el miedo de que la recuperación económica mundial esté viviendo un debilitamiento generalizado.
Prueba de ellos fueron los decepcionantes datos sobre empleo en Estados Unidos, aunados a los del superávit comercial en China, los que alentaron los números rojos tanto en Wall Street como en otras plazas financieras del mundo.
El superávit comercial chino alcanzó en mayo $13.050 millones, por encima de los $11.430 millones de abril, pero en los cinco primeros meses fue de $22.970 millones, el 35,1% menos respecto al mismo periodo del año pasado. Las exportaciones chinas presentaron una desaceleración en su crecimiento debido a la caída de la demanda global.