Casas alojan a menos personas

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El número promedio de personas que habita cada vivienda en el país bajó de 4,1 en el Censo del 2000, a 3,5 en el del 2011, de acuerdo con los datos revelados ayer por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).

La merma es más significativa si se compara con las 5,7 personas, promedio, por vivienda, de 1963.

El INEC presentó los datos preliminares del VI Censo de Vivienda, junto con los del X Censo Nacional de Población.

La tasa promedio de crecimiento anual de la cantidad de viviendas en el período entre censos 2000-2011 fue de 2,5%, por debajo del 4% del anterior período 1984-2000, según esa fuente.

Los datos generales entregados ayer indican que en el país hay 1.360.046 viviendas, de las cuales un 89,1% están ocupadas y un 10,8% se encontraban desocupadas al momento de hacer la recolección de información. El resto (0,1%) se clasifica como viviendas colectivas (cárceles y otras).

El INEC aún no tiene un análisis tan minucioso que permita determinar la calidad de las viviendas, su tipo de construcción y otros aspectos. Datos más específicos se presentarán luego.

Región atractiva. Los datos ofrecidos permiten determinar que la provincia de Guanacaste es donde se presentó la mayor tasa de crecimiento anual de viviendas del período entre el 2000 y el 2011.

En esa provincia, el crecimiento fue del 4,1% anual, superior al 2,5% anual del total del país.

Le siguen Heredia con un 3,1% de promedio anual y Puntarenas, con un 3% de promedio anual.

Aunque no se tienen aún las variables para demostrarlo, este crecimiento mayor se puede sustentar en la influencia del desarrollo turístico durante el período.

Elizabeth Solano, coordinadora del Censo 2011, reconoció que es muy probable encontrar una explicación de ese tipo. Adelantó que en las provincias costeras del Pacífico se localizó también mucha vivienda temporal. De esto se puede deducir que los ocupantes de las viviendas pueden ser habitantes del país o extranjeros que lo visitan.

La cantidad de viviendas desocupadas es representativa en cantones costeros, como Garabito (Jacó es su cabecera), donde golpeó fuerte la caída del turismo.

Revisión. La ministra de Vivienda, Irene Campos, explicó ayer que prefiere analizar los datos de casas y población, tanto del Censo del 2011 como los del Censo del 2000, para identificar explicaciones a la caída en el ritmo de crecimiento del número de casas.

Consideró que si se reduce el ritmo de crecimiento de la población (como indican los datos del censo de población) también debe caer la demanda por viviendas.