La Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria (Cacia), los productores de papa y el Gobierno se enfrentan por el tema de las importaciones del tubérculo.
Cacia denunció ayer que se le están poniendo trabas al ingreso desde el exterior de ese producto y calificó de “mala fe” que el Gobierno no convoque la cláusula de desabasto para facilitar importaciones.
Al convocar el desabasto, automáticamente se elimina el arancel de 46% que pesa sobre el producto para traerlo de terceros países, pues con Centroamérica existe libre comercio.
En este caso, solo se aplican los requisitos sanitarios, entre ellos, los exámenes de los laboratorios oficiales, para evitar que ingrese papa con eventuales enfermedades y plagas que no están en el país.
La industria presiona por la importación de variedad de papa especial para la industria, y argumenta que no hay oferta de producción nacional, según un comunicado de Cacia que circuló ayer.
Los productores, por su parte, le solicitan al Gobierno incrementar los controles para evitar eventuales triangulaciones con el producto. Esto es traerlo de terceros países, introducirlo en alguno de Centroamérica y luego venderlo como originario de la región para evadir el pago de los altos aranceles.
El Gobierno, precisamente, se cerciora de si algunos volúmenes de papa que se quieren importar, especialmente por Panamá, son realmente originarios de la región o provienen de países europeos.
El otro aspecto que intenta aclarar el Gobierno es la sanidad de los productos, aunque sean de origen centroamericano, especialmente ahora por la presencia en la región de la plaga de la paratrioza.
Esta plaga no ha llegado a Costa Rica y se mantiene una vigilancia permanente para evitar que llegue, especialmente, a las zonas de mayor producción en la parte alta de Cartago y en Zarcero.