Brasilia
El gobierno brasileño anunció el lunes un recorte de unos $4.500 millones de gastos del presupuesto para equilibrar las cuentas públicas, pero aseguró que la medida no afectará el ya débil crecimiento económico.
"Se busca mejorar la calidad del gasto público, reforzar el resultado fiscal del gobierno central y hacer aún mas claras y transparentes las medidas para alcanzar el resultado fiscal deseado", dijo a periodistas el ministro de Hacienda, Guido Mantega.
En un comunicado conjunto, los ministerios de Hacienda y de Planeamiento aseguraron que preservaron los recursos destinados a inversión así como a programas sociales.
El anuncio se produce en momentos en que el país ha vivido intensas protestas callejeras en reclamo de mejores servicios públicos, especialmente en transporte, salud y educación, contra la corrupción de la clase política, y los gastos para el Mundial de fútbol de 2014.
Recientemente, el Banco Central recortó sus previsiones de crecimiento de la economía a un 2,7% desde un 3,1% para el 2013, pero analistas ven una expansión económica bajo esa cifra.
El "recorte de gastos" de 10.000 millones de reales ($4.500 millones) "crea una reserva" para garantizar el cumplimiento del superávit fiscal primario de estados y municipios, anunció el gobierno.
El superávit fiscal primario es el ahorro del gasto público destinado a pagar intereses de la deuda. Es una señal que el mercado reclama para garantizar la confianza en el país y en que el gobierno mantiene las cuentas bajo control.
La meta es del 2,3% del PIB y Hacienda aseguró que está garantizada.
Se trata del segundo recorte de este tipo que aplica el Gobierno este año. En mayo, ya había anunciado uno por 28.000 millones de reales (unos $12.500 millones al cambio actual).
Brasil necesita restaurar la confianza en la economía para mantener el proceso de recuperación del crecimiento, dijo el presidente del Banco Central, Alexandre Tombini, en entrevista divulgada el domingo por el diario O Estado.