BID: Latinoamérica crecería menos en próximos años

Disminución prevista de los precios reales de las materias primas es una de las causas principales

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Panamá (AFP). Las economías de América Latina y el Caribe, que hasta ahora sortearon con éxito los embates por los problemas de las grandes potencias, tendrán probablemente un crecimiento lento y menor en los próximos cinco años si persisten los vientos de recesión, advirtió el domingo el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), lo que obligará a replantear reformas estructurales en los países de la región.

De lograrse esas reformas y de manera coordinada, el panorama de Latinoamérica y el Caribe en su conjunto sería mucho más halagueño, con un posible crecimiento en el próximo quinquenio por encima del 6%, de acuerdo con los expertos de la institución multilateral, la mayor fuente de financiamiento en la región.

“Las proyecciones del crecimiento global han disminuido desde el año pasado y el crecimiento podría verse menguado por debajo de su potencial durante muchos años” , advirtió el BID en su informe macroeconómico para América Latina y el Caribe de 2013 divulgado el domingo en el marco de la  reunión anual de las asambleas de gobernadores del organismo en Panamá.

Expuso que ante los problemas de las economías de Europa, China y Estados Unidos y la posibilidad de que se mantenga la desaceleración, la región tendrá probablemente un crecimiento aproximado de 3,9% para el período 2013-2017, casi un punto porcentual menos que en el quinquenio 2003-2007 (4,8% y que antecedió a la crisis financiera internacional).

“Uno de los factores que explican el crecimiento más lento en América Latina y el Caribe es la disminución prevista de los precios reales de los productos primarios”, explicó el informe. “Los precios más bajos de los productos primarios significan un deterioro de los términos de intercambio para la mayoría de los países de la región y, por lo tanto, tienen un impacto negativo en los ingresos”.

Agregó que “a su vez es probable que esto provoque una tasa de crecimiento más baja del consumo privado y, si se trata de mantener la balanza externa, se deberá disminuir el crecimiento de las importaciones. Además, se espera que el ritmo de la inversión se desacelere desde una tasa de crecimiento de 10% a sólo 5% al año”.

La región ha sorteado hasta el momento los vientos en contra que soplan desde los principales bloques económicos internacionales y el BID ha informado que, según proyecciones del Fondo Monetario Internacional y otras agencias, el crecimiento regional será de alrededor de 3,6% este año, una cifra superior al promedio global.

Sin embargo, ello no es suficiente y la región tiene grandes desafíos, y al menos dos reformas prioritarias que hacer para fomentar el crecimiento.

“¿Podemos hacer algo ante esto (posibilidad de bajo crecimiento en las potencias mundiales) o nos debemos resignar?”, se preguntó en rueda de prensa el economista jefe del BID, José Juan Ruiz, al presentar el informe. “El mensaje es positivo. El continente tiene espacio para poder actuar no a través exclusivamente de políticas de demandas donde los espacios son menores, de políticas contracíclicas como las que tuvimos en el 2008, sino que podemos intentar, presionar y generar una mejora en la asignación de los recursos y nuestra productividad para conseguir parte de ese crecimiento se puede recuperar” .

Dijo que han identificado en ese sentido dos reformas “prioritarias” que deben impulsarse inmediatamente en la región. Una de ellas debe ir destinada a reducir la informalidad en el mercado laboral y otra encaminada a impulsar “significativamente” las inversiones para mejorar la deficiente infraestructura vial, portuaria y aeroportuaria regional.

Si bien la informalidad en el mercado de trabajo no es un problema para países como Chile y Uruguay, sí afecta a otros como Bolivia, Paraguay y Perú, por ejemplo, destaca. Se estima que el 56% de las personas que trabajan en Latinoamérica están en la economía informal.

“Esa informalidad tiene serias consecuencias sobre la capacidad de crecimiento de nuestra productividad”, señaló Ruiz. Además de que las empresas que emplean a esas personas están menos integradas a la economía mundial, agregó.

“La segunda de las reformas que hemos considerado prioritaria es la inversión en infraestructura” , afirmó. “América Latina ha acumulado un déficit en infraestructura muy importante”.

De acuerdo con el BID, América Latina y el Caribe invierten alrededor del 2,5% del Producto Interno Bruto (PIB) en infraestructura, contra 6% y 7% que asignan países asiáticos con los cuales compite.

“Tras esta inversión en infraestructura, hay otra serie de reformas que habría que acometer, porque las infraestructuras hay que financiarlas... fundamentalmente con incremento de la tasa de ahorros interna del continente que sigue siendo muy baja”, agregó el experto, para quien también se hace urgente incrementar la integración comercial en la región.

Consideró que si Brasil y México, que suponen el 60% del PIB regional, empujan el camino de las reformas, alentarán positivamente al resto de las economías de la zona, pero no es suficiente porque los niveles de integración en la región son muy bajos y pequeños en comparación con otras zonas, como Europa.