Gerente del Banco Popular: ‘Nunca hemos sido un Banco de tasas de usura’

Marvin Rodríguez asegura que tienen la capacidad para lograr la meta de colocación de ¢120.000 millones en compra de saldos, readecuaciones y en vivienda.

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

---

Marvin Rodríguez, gerente general del Banco Popular, destacó que en el último año la entidad efectuó un esfuerzo por modernizar sus plataformas tecnológicas y ampliar los servicios a los clientes desde los diferentes canales electrónicos. La inversión el año pasado fue de casi $19 millones y este año ascenderá a $30,7 millones.

En el negocio crediticio, la institución hará una apuesta fuerte a la compra de saldos de deudas de personas con otras entidades financieras. A continuación un extracto de la entrevista con La Nación del pasado 10 de junio.

– La tecnología ha sido el talón de Aquiles del Banco. ¿Cómo enfrentaron la nueva realidad generada por la pandemia?

– Desde el 2020 para acá, hemos efectuado un proceso de renovación tecnológica de cara al cliente. Esto nos permitió tomar el core bancario que necesitaba una actualización y migración. Pasamos a una actualización reciente que finalizamos, en noviembre del año pasado, que nos permite tener una plataforma robusta y eficiente.

“Es importante porque es una inversión millonaria, y no termina ahí, porque tendremos una actualización adicional que finalizará en el 2022. También tenemos tenemos inversiones en el core de crédito que tenemos en proceso de contratación. El objetivo es lograr una eficiencia operativa y el servicio a los clientes.

“Sin duda, estos cambios nos permite tener una tecnología mucho más moderna y adaptada a la exigencia actual de uso de teléfonos móviles y validaciones de seguridad. Al final es dar un servicio mucho más permanente, sin itinerancias y que permitan a nuestros clientes realizar pagos y autogestiones”.

– Sobre el crédito tienen la meta de colocar ¢120.000 millones, ¿qué tan relevante serán las compras de saldos de deudas con otras instituciones?

– La suma es importantes y el Banco tiene la capacidad (financiera) sobrada para hacerlo, así como la estructura. Queremos darle la posibilidad a nuestros clientes, con operaciones en otros bancos, para que se las traigan al Banco la operación con una mejor tasa de interés. Además que todas aquellas personas y clientes de otras entidades tengan una opción en el Banco Popular.

“Se hará una valoración de cada uno los clientes, hay políticas y un perfil de riesgo que vamos a definir (...) pero sobre todo consideramos que el Banco Popular tiene las menores tasas de interés, nunca hemos sido un Banco de tasas de usura en tarjetas de crédito.

“Si queremos dar acceso a clientes para mejorar su capacidad económica, su flujo de caja, para tener un mejor bienestar“.

– El año pasado readecuaron la mitad de la cartera de crédito. ¿Qué pasará con las personas que aún gozan de alguna medida?

– El año pasado hicimos 118.000 readecuaciones, eso fue el equivalente a 85.000 clientes. Algunos estuvieron en la primera etapa de prórroga para todos los clientes. Luego nos hemos concentrado en los clientes que fueron afectados por la pandemia y vemos una recuperación a nivel de pagos.

“La cartera esa sana con una atención de obligaciones muy importante (por parte de los deudores) y el nivel de mora es de 2,74%, que es muy baja. Para todos los clientes con problemas lo revisamos uno a uno y viendo su capacidad de pago, readecuando sus operación, ubicándolos en el rango adecuado y generando las estimaciones necesarias.

“En el 2020 fortalecimos las provisiones para enfrentar las situaciones del 2021, porque eran impredecibles”.

– ¿Por qué decidieron no hacer el edificio nuevo?

– Decidimos no hacer el nuevo edificio por un tema estratégico, definiendo que el teletrabajo ha sido eficiente, lo que nos permitirá una eficiencia de control en nuestros gastos.

“Sí se hará el reforzamiento estructural del edificio Metropolitano I, el que está detrás de Catedral sobre Avenida Segunda. Allí se hará una remodelación para poder ubicar, mediante las políticas de teletrabajo, a nuestro personal de soporte incluidas las sociedades anónimas“.