Costa Rica registró el peor crecimiento en crédito de Centroamérica, según Fitch Ratings

Informe sobre banca coloca a Costa Rica y El Salvador como los países con menor crecimiento en colocación de préstamos

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Los principales indicadores que miden el crecimiento del sistema bancario regional resultaron positivos al cierre de 2022: activos, créditos y patrimonio. Sin embargo, en colocación de préstamos, Costa Rica fue el país con el peor crecimiento de la región, advierte la calificadora de riesgo Fitch Ratings.

Los créditos a escala regional experimentaron un alza del 14,1 % con respecto al 2021, tomando en cuenta todos los bancos de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y los 25 principales bancos de Panamá.

La cartera crediticia subió de $179.365,5 millones en diciembre de 2021 a $204.723 millones para diciembre de 2022, de acuerdo con los datos recopilados de las Superintendencias del Sistema Financiero y Bancarias de cada país.

Honduras destaca con un crecimiento en préstamos del 33,3%, pasando de $15.211,9 millones a $20.283,6 millones en el referido período. Por el contrario, el país que menos creció en materia de préstamos fue El Salvador, que pasó de $13.710 millones a $15.142,5 millones, es decir, un alza del 10,4%.

En segundo lugar, Guatemala y Nicaragua crecieron un 14,6%: sus créditos subieron de $29.026,9 millones a $33.265,6 millones y de $3.444 millones a $3.914 millones, respectivamente; mientras que Panamá creció un 12%: de $89.312 millones a $110.113,2 millones.

De último, están Costa Rica y El Salvador.

En el caso costarricense, el incremento en el otorgamiento de créditos fue del 11,6 %, pasando de $28.660,6 millones a $32.004,1 millones.

El Salvador, en tanto, pasó de $13.710 millones a $15.142,5 millones, es decir, un alza del 10,4%.

Sin embargo, para la calificadora de riesgo Fitch Ratings, Costa Rica es la nación que menos creció en el rubro crediticio, debido a la apreciación de la moneda. “Al convertirlo en moneda local, mostró un ritmo de crecimiento menor a 2021, con un 3,2% frente a un 5,5 % en 2021, el más bajo de la región”, valoró la directora de Instituciones Financieras de Fitch Ratings, Adriana Beltrán.

Aunque todos los países crecieron a doble dígito demostrando que continúan con un buen ritmo de recuperación después de los efectos de las medidas de alivio y la contracción económica que provocó la pandemia, en opinión de Beltrán, no hay que bajar la guardia, porque la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) no ha anunciado todavía el cese de incrementos en los tipos.

Esto indica que, si suben los intereses, los créditos se vuelven más caros y menos atractivos; por ende, podría bajar el fondeo de los bancos, que suele provenir principalmente de los depósitos o de adquirir deuda, porque endeudarse les implicaría pagar intereses más altos, por un lado, y por el otro, también implicaría pagar más intereses a sus clientes.

Aunque los bancos se fondean en menor medida de financiamiento externo y en mayor medida de depósitos locales; y a pesar de que el impacto del alza de las tasas de interés internacionales impulsadas por las medidas de la Fed para frenar la inflación en Estados Unidos sobre la banca regional ha sido moderado, sí ha habido un aumento en las tasas de interés en el istmo.

Los analistas señalan que ha habido un efecto de rezago en el traslado de ese incremento debido a las políticas monetarias de cada país en su propia lucha por controlar las presiones inflacionarias; sin embargo, Fitch Ratings espera que “para 2023, las tasas de interés locales, tanto activas como pasivas, continúen ajustándose al alza de forma moderada en todos los países”.

Sin embargo, “este aumento estaría limitado por la competencia entre bancos y por el objetivo de no afectar la capacidad de pago de los clientes”, explicó Beltrán.

La agencia calificadora también prevé que se estabilicen los crecimientos de los préstamos del sistema bancario centroamericano, tras haberse expandido a doble dígito en 2022, en sintonía con las proyecciones de desaceleración del Producto Interno Bruto (PIB) para los países del istmo.

Además de afectar el crecimiento crediticio, el alza de las tasas internacionales podría afectar también los márgenes de interés neto, es decir, los ingresos totales de cada entidad financiera.

Buen margen de reservas

Con la pandemia por covid-19, los bancos en los diferentes países incrementaron sus reservas para créditos vencidos en un afán por prepararse ante los potenciales deterioros de la cartera crediticia, dada la incertidumbre que imperaba y el impacto que ocasionarían las medidas de alivio otorgadas a sus clientes.

A ese comportamiento prudente, que evitó pérdidas relevantes, se sumó un mejor dinamismo de los negocios en comparación con 2021, esto favoreció la capacidad de pago de los deudores.

“Las reservas se mantuvieron en niveles mayores al promedio de los últimos cuatro años”, destaca Fitch Ratings, indicando que la cautela del sistema bancario centroamericano persiste sobre todo en un marco global donde las presiones inflacionarias no disminuyen los riesgos de poner en aprietos las economías e incidir en los desempeños financieros.

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