El Sistema de Banca para el Desarrollo (SBD) urge que le entreguen un total de ¢28.000 millones correspondientes al impuesto que se carga a la denominada “banca maletín”, de los periodos 2015 y 2016.
Los primeros ¢14.100 millones se incluyeron en el presupuesto nacional del 2017, en la parte que corresponde al Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC). Esos recursos provienen de la recaudación de este 2016, informó el Ministerio de Hacienda.
Los otros ¢14.100 millones, que deben ser trasladados este mismo año, se incluirán en el tercer presupuesto extraordinario que está en proceso de elaboración, según detalló Hacienda a través de la Dirección de Presupuesto Nacional.
Estos últimos recursos corresponden a la recaudación de dicho tributo el año pasado.
Este impuesto fue creado mediante reforma a la ley para dar recursos frescos al SBD y establece que los intereses, comisiones, así como arrendamientos de bienes de capital sin excepción, pagados por empresas domiciliadas en Costa Rica a empresas del exterior, pagan una tarifa gradual hasta llegar al 15% cuatro años después de la entrada en vigencia de la ley.
Necesidades. Los miembros del Consejo Rector del SBD, Enrique Egloff, por el sector industrial, y Juan Rafael Lizano, por el agrícola, coincidieron, por separado, en señalar la necesidad de que se trasladen los recursos del 2015 a la mayor brevedad.
“Eso es una barbaridad, no han trasladado nada del 2015 y ahora los del 2016 los van a dar por medio del Ministerio de Economía y no mediante un traslado directo”, reclamó Lizano.
Hacienda explicó que no se habían trasladado los recursos del año pasado pues no se tenía claro cuál era el monto recaudado.
Miguel Aguiar, director ejecutivo del SBD, detalló que esos recursos entran directamente al Fondo Nacional de Desarrollo (Finade), donde se utilizarán para financiar créditos a micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), en programas de innovación y para dar avales a los préstamos de las empresas.
Detalló que un 60% de los recursos sanos de ese impuesto se destina a préstamos y el resto se reparte entre el fondo de avales y programas para emprendedurismo, dentro de los cuales se incluye el tema de innovación.
Añadió que esos fondos frescos, más la recuperación de créditos, serán los que se utilizarán para préstamos en el 2017, pues este año el SBD llega al límite máximo de cartera, con ¢180.000 millones.
La disponibilidad de recursos para el 2017, continuó Aguiar, se completaría con un apalancamiento de ¢8.000 millones de recursos procedentes del “peaje bancario” (17% de las cuentas corrientes de bancos privados), que se pueden prestar al Finade con garantía estatal.
Egloff resaltó la importancia de invertir en innovación y recordó que proyectos de ese tipo recibirían financiamiento con condiciones especiales con los recursos del impuesto.
La innovación, según Egloff, permitirá fortalecer el crecimiento económico y, con ello, incrementar los ingresos fiscales en Costa Rica. “(El no giro de recursos) tiene que ver, entonces, con la falta de visión y la voracidad fiscal”, advirtió.