Washington EFE Cuatro años después de concluida la recesión económica, el índice de desempleo en Estados Unidos se ubicó en julio en el 7,4% de la fuerza laboral, dos décimas menos que el mes anterior, informó ayer el Departamento de Trabajo.
El índice de desempleo el mes pasado fue el más bajo desde diciembre de 2008 y la merma de julio en parte refleja el hecho de que la fuerza laboral tuvo una pérdida neta de unas 37.000 personas que abandonaron la búsqueda de empleo remunerado.
En julio, la mayor economía del mundo tuvo una ganancia neta de 162.000 empleos. El sector privado añadió 161.000 empleos después de una ganancia de 196.000 en el mes anterior.
La mayoría de los analistas había calculado una ganancia neta de unos 190.000 empleos que hubiese dejado el índice en el 7,5%.
La mayor ganancia de empleos ocurrió en el comercio minorista, con 47.000 puestos de trabajo, y en los servicios profesionales y de negocios, con 36.000 empleos.
En julio la remuneración horaria promedio bajó 2 centavos, a $23,98.
El informe se divulgó dos días después de que la Reserva Federal (FED) decidió mantener sin cambios su programa de estímulo monetario, a razón de 85.000 millones de dólares en compras de títulos hipotecarios y bonos del Tesoro.
La FED, que desde diciembre de 2008 tiene por debajo del 0,25% la tasa de interés de referencia, inició el programa de estímulos en pasado otoño boreal y ha indicado que mantendrá ambos instrumentos de incentivo hasta que el índice de desempleo se aproxime al 6,5%.
El presidente del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, Alan Krueger, señaló en una declaración que si bien queda mucho por hacer, el informe de desempleo de ayer confirma que la economía de Estados Unidos sigue recuperándose de la peor caída desde la Gran Depresión .
“La economía ha estado añadiendo empleos en el sector privado por cuarenta y un meses consecutivos, y en este período se han añadido 7,3 millones de puestos de trabajo”, agregó Krueger. “En lo que va del año el sector privado ha añadido 1,4 millones de empleos” .
En enero de 2009, cuando Barack Obama llegó a la Casa Blanca, la economía de EE. UU. perdía unos 700.000 empleos por mes y en toda la recesión se eliminaron unos 8,4 millones de puestos de trabajo.