Los ayuntamientos que invirtieron en sistemas informáticos, plataformas de valores actualizadas, fotografías aéreas y campañas de publicidad, ya están percibiendo los resultados en sus arcas.
Ejemplo de ello es la Municipalidad de Osa, la cual logró duplicar la recaudación del impuesto de bienes inmuebles en los últimos cinco años (excluido el efecto del aumento en el costo de las construcciones).
“Se hizo una mejora informática para analizar las valoraciones de las propiedades. Por ejemplo, había gente que tenía viviendas de ¢100 millones para arriba y pagaban a la Municipalidad ¢10.000 al año, lo cual era ridículo”, contó José Alberto Cole de León, alcalde de esa localidad.
Otro caso llamativo es el del cantón Central de Alajuela, pues es el segundo que más recauda y su cobro real subió un 48% en los últimos cinco años.
Roberto Thompson, alcalde de Alajuela, señaló que han invertido en sistemas de tecnologías de información e hicieron un proceso de declaraciones voluntarias.
Otros municipios que elevaron su recaudación son La Cruz, en Guanacaste, que invirtió en un censo de catastro; Santa Ana, la cual con fotografía aérea logró identificar los bienes en cada propiedad, y Heredia que contrató tres peritos e hizo una campaña.
Al ayuntamiento de Tibás, el de mayor aumento, la favorece el crecimiento en las construcciones, según el alcalde Gonzalo Vargas.
Poco exitosos. Entre los municipios que subieron poco la recaudación o incluso sufrieron una baja en términos reales, figura el de Belén.
Horacio Alvarado Bogantes, alcalde de ese cantón herediano, alegó que hasta el año pasado se aprobó la plataforma de valores, el cual duró cinco años sin ratificarse por parte del Concejo Municipal.
Por su parte, Néstor Mattis Williams, alcalde de Limón, comentó que hasta ahora comienzan un plan para valorar propiedades.