Árboles artificiales ganan terreno frente al ciprés

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Los árboles artificiales de Navidad ganan cada vez más terreno frente a los naturales de ciprés, por su comodidad y su reutilización, según se desprende de versiones de comerciantes y productores.

Dos aspectos son centrales en esta creciente preferencia por el árbol artificial: la conciencia ambiental del consumidor y la comodidad de usarlo durante varios años.

La cadena de tiendas Universal y la de supermercados Megasúper coincidieron en que la venta de árboles artificiales ha tenido un crecimiento sostenido.

Sellene Castro, gerente de mercadeo de Universal, mencionó entre las ventajas de los árboles artificiales que se colabora en la preservación del ambiente, que una sola inversión puede durar entre cinco y 10 años, que no se marchita (siempre verde), que no albergan ni insectos ni humedad, no requieren agua y no se les caen las hojas.

Joana Meltzer, gerente de mercadeo de Cemaco, explicó que los artificiales son árboles prácticos y fáciles de instalar y que la empresa impulsa la conciencia del consumidor contra la deforestación.

Jordan Salazar, comprador de la categoría de Navidad de Megasúper, resaltó el ahorro palpable porque el árbol se puede reutilizar.

Agregó que es de esperar una tendencia hacia la compra de este artículo, pues cada vez son más baratos y parecidos a los naturales.

José Pablo Castro, gerente del vivero Decoración y Elegancia, en San Rafael Arriba de Desamparados, dijo que hace unos tres años vendían unos 2.000 árboles naturales por cada Navidad y que ahora solo llegan a apenas unos 1.000.

Aunque tiene clientes fijos, Arboleda Salazar, en Llano Bonito de Naranjo, también siente algún golpe en las ventas, dijo Cristian Salazar, uno de los propietarios.