Vaivenes de precios internacionales impactan la industria cafetalera de Costa Rica

Empresas tostadoras importan grano de otros países para abastecer el consumo nacional.

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

La variación de los precios y la demanda del mercado internacional impactan la industria cafetalera de Costa Rica e influye en el abastecimiento del mercado interno, advierten distintas voces expertas.

Bilbia González Ulate, ex subdirectora del Instituto del Café de Costa Rica (Icafé), explica que “el café de Costa Rica, en su variedad arábica, se comercializa por medio de la bolsa de Nueva York y ahí se establecen los precios. Va a tener un movimiento con respecto a la conducta productiva de otros países”, aclara González.

El café nacional está posicionado en un mercado externo muy diferenciado de alta calidad que, además de ser un gran producto, tiene un programa de sostenibilidad completo, según Xinia Chaves Quirós, exdirectora del Icafé.

“De hecho el café de Costa Rica está registrado por la Organización Internacional del Café (OIC) como el segundo mejor vendido del mundo”, añade.

El Icafé solicita a los caficultores un 15% de su producción total para abastecer el mercado nacional.

No obstante, si el precio del café en el mercado externo está bueno, los caficultores van a querer venderlo, pero si está malo, se debe vender al mercado interno.

María Auxiliadora Bonilla Solís, socia fundadora de Café Don Mayo, explica que las empresas torrefactoras nacionales compran el producto más barato, y como el café de Costa Rica es más caro en comparación de otros países vecinos, por eso tienden a importar.

“Hay un tema muy importante y es el tema de costos de producción. No se puede comparar el café de Costa Rica con el de Nicaragua, porque muchas empresas van a traer producto externo que es mucho más barato que comprar el nacional.

“El año pasado, en la cosecha 2021-2022, las empresas tostadoras importaron 243.725 sacos de 46 kilos, un dato bastante alto y doloroso para los que producimos café porque desearía que Costa Rica tomara la mayoría del café que producimos”, señala Bonilla.

Además, Chaves explica que el precio podría imponer una limitación de proveeduría para los industriales nacionales que abastecen el consumo del país porque si el precio externo está alto tendrían que acercársele mucho para tener un mayor volumen de compra, pero eso encarecería el costo al consumidor.

“El consumidor costarricense en su línea media va a tener una barrera de acceso importante por precio a un producto del que está acostumbrado a comprar”, señala.

Evencio Fernández Matamoros, caficultor del Valle Occidental, explica que los precios están muy bajos y que por esa razón no les fue muy bien este año.

“Los precios están muy bajos y este año no nos fue muy bien con el café, pero esperemos que el próximo sea diferente”, concluyó el caficultor.

Kevin Ruiz es estudiante de periodismo de la Clase 15 de la Asociación de Periodismo Colaborativo Punto y Aparte. Es el encuentro entre periodistas y estudiantes de la carrera, quienes generan producciones periodísticas de alta calidad sobre las causas y las soluciones de realidades de riesgo social, y se mantienen vinculados para promover el buen periodismo.