Un brote de rabia paralítica bovina detectado en San José de Upala, específicamente en el caserío de Aguas Claras, puso en alerta a las autoridades del Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa).
Según un comunicado de prensa del Ministerio de Agricultura y Ganadería, han muerto cuatro bovinos.
Con el fin de proteger la salud de los pobladores y de los animales, el Senasa estableció medidas sanitarias y cuarentena en la finca afectada, en la que existe una población expuesta de 1.186 bovinos y 27 equinos.
También se ordenó la captura de vampiros en la zona para bajar la población de este mamífero volador, debido a que es el principal transmisor de esa enfermedad.
La entidad investiga las fincas vecinas para la búsqueda de nuevos animales afectados. Los animales expuestos (reses, caballos y perros) están siendo vacunados y se mantiene comunicación con los finqueros de zonas aledañas.
La rabia es una enfermedad viral que afecta al sistema nervioso central de los animales de sangre caliente, incluidos los humanos.
Entre los síntomas de ese mal están la descoordinación, dificultad para caminar, salivación, torsión de cuello, parálisis de las patas -que impide a los animales levantarse- y por último, la muerte.
Las áreas rectoras del Ministerio de Salud de Upala también están al tanto para proceder con la vacunación de las personas que estuvieron en contacto con estos animales.
Los especialistas recomiendan evitar el roce con animales enfermos, enterrar los cadáveres, vacunar los animales y reportar de inmediato cualquier caso sospechoso a la oficina del Senasa más cercana.
En junio de este año otro brote detectado en Cañas también provocó la muerte de varios animales.