Baja productividad y caída en precios tienen en zozobra a productores de palma

Precio de tonelada a finquero tico cayó de ¢93.000 a ¢38.000 en tres años; actualmente está cerca de ¢60.000

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Una muy baja productividad, consecuencia de diversos factores, y una enorme caída en los precios mantienen en zozobra a miles de pequeños productores de palma, quienes entraron en la actividad en nuevas zonas de expansión del cultivo hace unos cinco años.

La productividad promedio de estos agricultores es de 17 toneladas por hectárea, mientras que una empesa como Palmatica (Pacífico central y sur) obtiene 30 toneladas por hectárea, señaló el gerente del programa nacional de palma del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), Joaquín Adolfo Torres.

En lo relativo a los precios, productores afiliados a Coopechires de Puriscal explicaron que cuando se les propuso la expansión de la palma, estaba a ¢93.000 la tonelada de fruta y que, en apenas tres años cayeron a un piso de ¢38.000 la tonelada.

Luego de una recuperación, ese valor oscila hoy entre los ¢55.000 y los ¢60.000 la tonelada.

La expansión de palma aceitera se realizó en los cantones de Buenos Aires y Pérez Zeledón (zona sur), donde se sembraron unas 3.000 hectáreas; entre Puriscal y Turrubares, con unas 1.000 hectáreas; en San Carlos, con 850 hectáreas; y en la región Caribe, donde se cultivaron más de 8.000 hectáreas en la última oleada.

Se estima que son más de 3.700 los productores de palma en el país, de acuerdo con los datos brindados por el programa del MAG para ese cultivo.

Los problemas de productividad son consecuencia de varios factores, coincidieron por separado los productores perjudicados y Joaquín Torres.

Las plantaciones fueron afectadas por plagas inesperadas, como el insecto de la sagalassa y el mal de la flecha seca; además, la expansión se hizo en terrenos donde se aplicó el paquete tecnológico tradicional y se necesitaba uno adaptado y se cultivó en terrenos con pendientes sin hacer terrazas, entre otros factores.

Muchos de los terrenos, explicó Torres, son de suelos rojos, por lo que necesitan otro tipo de control de hierbas y plagas, lo cual no se planificó. Otro de los grandes problemas es el transporte de la fruta, pues desde el Caribe, San Carlos y otros sitios se debe llevar hasta el Pacífico Central (Quepos), lo cual encarece este rubro.

Amarrados

Hace cinco a seis años, cuando se propuso la expansión de palma, pequeños productores de piña, cítricos, ganado o granos vieron una gran oportunidad en la nueva opción, en especial porque el precio estaba a ¢93.000 la tonelada en fruta, recordó Javier Jenkins, asociado de Coopechires, en Puriscal.

Además, los grupos de pequeños productores recibieron la propuesta de firmar un contrato de compra de la fruta de palma, algo que nunca habían tenido en su vida de agricultores. Algunos firmaron con las empresas por 10 años y otros hasta por 24 años, lo cual los amarró a la actividad aunque enfrenten pérdidas.

Este compromiso es difícil de romper, especialmente porque los productores que lo hagan deberán pagar de inmediato el vivero que les financiaron las empresas, así como seguir con el compromiso de los créditos bancarios.

Pero el precio se cayó a menos de ¢40.000 la tonelada, algo que ni los mejores economistas del mundo hubiesen prevenido, aseguró Torres.

Alexis Mora, productor de palma de La Bola de Turrubares, dijo que faltó seriedad al momento de proponer el cultivo, pues se dijo que el precio iba a subir en lugar de bajar, que las plantas iban a producir en cuatro años y no fue así y que se trata de una planta rústica y muy resistente a enfermedades y plagas.

Este agricultor expresó que en parte se siente engañado, como muchos de la región Chires-Carara, ubicada entre Puriscal y Turrubares, pues les dijeron muchas cosas que no eran ciertas.

Mora resaltó como un aspecto positivo, que a inicios de este año lograron trasladar los creditos de la plataforma tradicional del Banco Nacional a la del Sistema de Banca para el Desarrollo (SBD), en esa misma entidad. Esto les permitió reducir la tasa de interés de un 11% a un 6%.

Torres, quien hace poco más de un año asumió la gerencia del programa de palma, explicó que el MAG y las organizaciones de agricultores acaban de poner en marcha un programa para mejorar la situación.

Este incluye un paquete tecnológico adecuado a cada zona, la posible instalación de plantas industriales en regiones y el aprovechamiento de todos los subproductos para no generar solo aceite, sino jabones y otros.

También se trabaja, dijo, en cómo solventar el problema del costo del transporte por las largas distancias.