Productores de aguacate cierran filas en la feroz competencia contra el Hass importado de México

El registro de la Cámara Costarricense de Productores de Aguacate (Caproa) está en proceso, lo que permitirá al sector organizarse como un solo bloque

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Competir contra uno de los principales productores de aguacate Hass del mundo como lo es México, se constituye como un trabajo arduo para una producción nacional que cubre alrededor del 40% de la demanda costarricense por esta fruta. Principalmente, si el sector no está organizado.

Esto lo saben bien los productores y el Plan Nacional del Aguacate 2019 también lo puso sobre la mesa; por ello, y como parte de las estrategias para el fortalecimiento de la producción tica frente a la reanudación de importaciones desde México y las que ya se mantenían desde otros países, los aguacateros se están organizando en una cámara que busca agremiar a la mayor cantidad de afiliados. .

Datos del 2019, del Plan Nacional del Aguacate, señalan que para ese año habían alrededor de 800 productores de aguacate, pero que solo el 40% se encontraba organizado, pues el país sí cuenta con diversas asociaciones pero dispersas entre sí. Por esto, la necesidad de fortalecer las organizaciones “tanto para la generación de mecanismos para la atención a los productores, como para la generación de un músculo político y comercial importante”, fue parte de los objetivos incluidos en el plan.

José Alberto Fallas, socio fundador de la Cámara Costarricense de Productores de Aguacate (Caproa), y productor de León Cortés, explicó que la figura está en proceso de registro, pero que ya se ha conversado acerca de las urgencias del sector.

“El sector aguacatero ha estado disperso y recientemente nos estamos organizando, en comunión con varias organizaciones estamos trabajando en campaña de visibilización (de la cosecha nacional)”, aseguró Fallas.

Asimismo, el pasado 18 de agosto el Gobierno presentó a los productores una ruta de fortalecimiento del sector, que incluye la promoción del consumo de fruta costarricense mediante un sello distintivo. Se intentó ampliar sobre el tema con el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), pero señalaron, vía correo electrónico, que la viceministra Rocío Valerio podría atender una entrevista en el transcurso de esta semana por temas de agenda.

Mientras que el sector continúa organizándose, la competencia en el mercado del aguacate podría agudizarse en los próximos meses, con la reanudación de las importaciones de aguacate mexicano tras el levantamiento de las medidas fitosanitarias que mantenía Costa Rica, desde hace siete años, y que frenó la traída del producto.

Al país ya ingresaron las primeras cargas aéreas y contenedores con la fruta, para ser distribuida en supermercados, restaurantes y verdulerías de todo el país. Esto, mientras la producción nacional también mantiene cosecha.

En conversación con La Nación, el exministro de Agricultura y Ganadería, Renato Alvarado, aseguró que más allá del tema de rendimiento, uno de los principales retos de la actividad aguacatera frente a la competencia es la comercialización y los mitos que se establecieron alrededor del aguacate local.

“Se necesita una campaña publicitaria muy sólida que permita mostrar la calidad del producto nacional, que el aguacate nacional tiene un valor más allá del valor monetario, que tiene un valor social que genera riqueza que se queda dentro del país”, dijo Alvarado.

Ante esto, los productores trabajan en derribar las creencias negativas que rodean a la fruta nacional y que afectan de forma sensible las ventas locales, pues parte de los pensamientos entre los consumidores es que se trata de un producto de menor calidad o que no se cultiva la variedad Hass.

“A nivel nacional los rendimientos y las plantaciones han mejorado, la calidad del aguacate ha mejorado en estos últimos años, es muy buena”, comentó Heiner Abarca, productor de aguacate, quien explicó que además se trata de un producto más fresco al contar con menores tiempos de traslado, por ejemplo.

La producción de aguacate en Costa Rica se centra principalmente en dos polos geográficos: la zona de los Santos con la variedad hass, y la zona de Bajura donde sobresale el Pacífico Central con las variedades antillanas.

Fallas explicó que ya se trabaja en la parte informativa para educar al consumidor sobre las calidades y los tipos de aguacate que pueden conseguirse en el mercado nacional. Sin embargo, una campaña no es suficiente para hacer frente a la competencia del gigante aguacatero, pues el tema también pasa por el volumen de las importaciones.

“Al aguacatero nacional no le da miedo la importación de México, el aguacate nacional siempre se ha vendido por debajo del importado y siempre hemos tenido un castigo de precio. Pero nos afecta que los importadores no se pongan de acuerdo, que traigan masivamente el producto y saturen el mercado”, explicó Fallas.

Por ello, una de las propuestas que barajan desde el sector es una salvaguardia a las importaciones, para que cuando haya cosecha nacional se regule la entrada de la fruta desde otros mercados. Esta figura se ha aplicado a otros productos como el azúcar.

Asimismo, tanto los productores como el exministro aseguraron que, aunque han mejorado, se debe continuar con el objetivo de alcanzar los rendimientos óptimos del cultivo nacional, para lo cual se necesita del apoyo del Estado tanto en financiamiento como en transferencia tecnológica.

“Hace falta el desarrollo tecnológico, el mejoramiento de semillas, el de la productividad, la comercialización y producción del producto, desarrollar capacidad de volumen para poder exportar. Estamos compartiendo el mercado interno con los socios comerciales pero nosotros no estamos exportando por ejemplo”, agregó Alvarado.

Planes para el sector

La administración anterior presentó en enero del 2020 el Plan Nacional del Aguacate, con el que el Gobierno apostaba a pasar de alrededor de 2.000 hectáreas sembradas con la fruta a poco más de 4.500, para el final del periodo presidencial. Es decir, un aumento del 125%.

Consultado este jueves 1°. de setiembre sobre lo logrado, Alvarado afirmó que concluyeron el periodo por debajo de la meta, pues se lograron alrededor de 3.000 hectáreas. No obstante, dijo, al plan lo afectaron sucesos como la pandemia y el encarecimiento de materias primas.

Se consultó al MAG vía correo electrónico sobre los datos actualizados del área sembrada con aguacate así como los niveles de productividad, pero al cierre de esta no hubo respuesta; mientras que los datos brindados por Fallas coinciden con los de Alvarado.

El exjerarca del MAG aseguró que aunque no se llegó al objetivo planteado respecto al terreno, el trabajo hecho en los últimos años fue satisfactorio y le permitió al sector avanzar en la mejora de la producción de la fruta. “El trabajo ayudó a avanzar de forma importante, pero no lo suficiente o lo que se tenía como expectativa”, explicó Alvarado.

El actual gobierno también presentó acciones respecto a la producción de aguacate nacional, de cara a la reanudación de las importaciones desde México. El pasado 18 de agosto, en Abejonal de León Cortés, la ministra del MAG, Laura Bonilla, participó junto a otros representantes del Ejecutivo en un encuentro con productores de la fruta.

Allí, se señaló que la ruta que seguirán contempla la inclusión del aguacate dentro de los productos del programa Descubre, con el fin de identificar posibilidades de exportación y el mejoramiento de opciones de financiamiento adecuadas a las condiciones de la actividad, según un comunicado de prensa emitido por la institución.

También incluiría la promoción de buenas prácticas agrícolas y de manejo mediante capacitación para las personas productoras; el impulso a iniciativas para agregar valor a la producción primaria y el monitoreo de márgenes de intermediación.