12 productos de Costa Rica esperan aval para entrar a más países

México estudia si permite el ingreso a siete bienes, entre ellos, piña y frijol

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La exportación de productos vegetales, como el frijol y el banano, a mercados como México y Trinidad y Tobago, respectivamente, se halla en suspenso.

Ambos países están en un proceso de análisis de riesgo de plagas sobre los frutos costarricenses desde el 2013, para determinar si estos pueden ser admitidos o no en sus territorios.

El Análisis de Riesgo de Plagas (ARP) es considerado como un paso fundamental en la cadena de exportación de un producto agrícola, pues, luego de que un país expone su interés en ingresar a un mercado, este tiene la potestad de efectuar estudios que permitan minimizar el riesgo de contagio de alguna plaga a sus productos locales.

Así como el frijol y el banano, otros 10 productos enfrentan igual situación en seis destinos diferentes, según estadísticas del Servicio Fitosanitario del Estado (SFE).

Francisco Dall’Anese, director de esa institución, recordó uno de los casos más antiguos pendientes de una resolución: el de la piña, con China.

Desde el 2010, el país asiático tiene un ARP pendiente con Costa Rica, lo que ha obstaculizado el ingreso de la fruta.

“Con China llevamos mucho tiempo esperando y a la fecha no hemos obtenido una posición de si nos permiten entrar. Los países están en su derecho de realizar este tipo de análisis, pero Costa Rica también debe ser más proactivo en exigir esas resoluciones”, reconoció Dall’Anese.

Otros de los ARP pendientes son con México (chiflera y croton, varetas [injerto] de cacao, piña, follajes y plantas in vitro de palma aceitera), Trinidad y Tobago (plántulas de piña), China (melón), Colombia (melón), Brasil (piña) y República Dominicana (semillas de arroz, bulbos de cebolla y semillas de guanábana).

El estudio de riesgo de plagas contempla el análisis de suelo, clima y plagas a nivel nacional. Culmina, a su vez, con la elaboración de un protocolo que establezca las condiciones bajo las cuales se admite su exportación.

“Los plazos de resolución de cada ARP no tienen tiempos establecidos; esto es lo que ha generado los atrasados”, comentó el director del SFE.

El proceso continúa. Una vez que se obtiene el visto bueno por parte de los países receptores, el trabajo continúa.

Las autoridades fitosanitarias deben, entonces, informar a los exportadores sobre las medidas que se deben cumplir para iniciar una relación comercial, la cual no debería considerarse exitosa desde un principio.

Abel Chávez, de la Cámara de Productores y Exportadores de Piña (Canapep), así lo considera, pues, a su criterio, si bien la apertura de un nuevo mercado no deja de ser atractivo, hay elementos de logística que pueden pasar una factura muy alta.

“Habría que ver el transporte una vez hecha la apertura del mercado. Con un país como Chile, por ejemplo, se nos ha facilitado porque muchas navieras que llegan a ese mercado pasan por Costa Rica. Ahora, puede que Brasil o Perú sean atractivos por un tema de costos, no así por un tema de transporte, y esto finalmente puede que nos reste competitividad”, concluyó Chávez.

El ARP se pone en marcha cuando el país receptor produce el mismo fruto que Costa Rica, en caso contrario, solo se extiende un permiso de ingreso.