Agro sobrevive todavía a merma en la inmigración

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La merma en la inmigración al país todavía no tiene en jaque –por falta de mano de obra– a la producción agropecuaria, aunque sí se siente en construcción.

El Censo 2011 reveló que, por ejemplo, el ingreso de nicaraguenses, entre el 2000 y el 2011 tuvo un aumento promedio por años de 2,2%. Sin embargo, en el periodo entre 1984 y el 2000 ese aumento por año era de 10%.

Cafetaleros, piñeros, cañeros y otros sectores agrícolas altamente dependientes de la mano de obra extranjera, dijeron que aún se pueden sostener sin problema.

Sin problema. “El Censo concluye en que se desaceleró la entrada de extranjeros, no en que se detuvo totalmente Además, no dice que se fueron los que ya están aquí. Por eso, el sector no ha presentado problemas por falta de mano de obra”, declaró Ronald Peters, director del Instituto del Café de Costa Rica (Icafé).

Otro factor clave para que los cafetaleros no entren en problemas es la baja de la cosecha, pues la mayor cantidad de gente se requiere para la recolección.

En la cosecha 2007-2008, el país cosechó 2,48 millones de fanegas de café en fruta (corresponden a igual cantidad de sacos de 46 kilos de café beneficiado). En el 2011-2012 la cantidad cayó a 2,11 millones.

Algo parecido sucede con los piñeros. Abel Chaves, presidente de la Cámara Nacional de Productores y Exportadores de Piña (Canapep), dijo que se calculaba un área sembrada de 45.000 hectáreas hace dos años y que ahora se cree que bajó a 42.000 hectáreas.

Por tal razón, los empresarios de la piña tampoco tienen problemas en este momento ante una eventual merma en la oferta de mano de obra extranjera.

La zafra o recolección de la naranja y del melón, por ejemplo, son bastante estacionales y se realizan entre enero y mayo de cada año. El área sembrada de melón también cayó a la mitad (cerca de 6.000 hectáreas actualmente), lo cual también frena presión sobre las necesidades de mano de obra para la recolección.

Al contrario, una actividad permanente como la construcción sí siente problemas por la merma en la entrada de extranjeros, según la Cámara Costarricense de la Construcción. Hay efectos pero no crisis, dijo Randall Murillo, su director ejecutivo.