Las acciones de la empresa Infinito Gold, inscritas en el mercado Nasdaq de Nueva York, se cotizan desde el 25 de noviembre pasado en sus niveles más bajos de los últimos 14 meses.
Tras un fallo de un Tribunal Contencioso Administrativo costarricense, la semana pasada, el precio de las acciones cayó un 60%, desde los 0,28 dólares canadienses (casi misma cantidad en dólares de Estados Unidos) en que se cotizó el día 24.
El Tribunal canceló el miércoles la concesión a la compañía de capital canadiense para explotar oro en Crucitas, zona norte del país. También le ordenó pagar una indemnización por daños ambientales donde desarrolla operaciones preliminares.
Ayer, el precio de la acción se cotizó en 0,13 dólares canadienses por unidad, el mínimo del rango que se ha negociado durante las últimas 52 semanas, el cual tuvo su punto más alto en 0,47.
Los precios más bajos de la acción se presentaron en los meses de febrero y setiembre del 2009.
No cierran. El gerente de Industrias Infinito en Costa Rica, Juan Carlos Obando, reiteró que apelarán la sentencia ante un Tribunal de Casación. La firma es concesionaria de la mina de oro Crucitas.
Según Obando, la empresa ha invertido $127 millones en el país y no ha podido extraer ni una de las 1,2 millones de onzas de oro para las cuales había recibido la concesión de diez años por parte del Estado.
Sobre el futuro de la empresa, Obando afirmó en un comunicado que Industrias Infinito continuará con su operación normal en Costa Rica. “No podemos abandonar a las decenas de familias de Cutris y Pocosol” , dijo el gerente.
Reconoció que estaban preparados para este resultado porque el juicio fue muy rápido (dos meses) y había mucho material que analizar, pero, según él, se cometieron errores de procedimiento.
No obstante, una buena parte de la población costarricense, encabezada por organizaciones ambientalistas, se opone a la mina por el uso de cianuro y la tala de árboles que conlleva, en una zona que, consideran, es ecológicamente frágil.
A inicios de noviembre, la Asamblea Legislativa aprobó una reforma al Código de Minería para prohibir en el futuro la minería metálica a cielo abierto en Costa Rica, por lo que Crucitas es el último proyecto de este tipo que se desarrollaría en el país.