En un solo día, un banco anuncia, en dos páginas de un periódico nacional, la venta de más de 30 propiedades con rebajas en el precio de hasta ¢10 millones.
El día siguiente, otra entidad financiera hace lo mismo, pero ofrece no cobrar comisión por formalización ni avalúo, e incluso financiar al interesado en comprar el inmueble.
La venta de propiedades es una práctica cada vez más usual en los bancos, principalmente los estatales. Entre los bienes que están en poder de la banca hay viviendas, fincas, lotes, naves industriales y vehículos.
Las entidades financieras se adjudican estas propiedades al ejecutar las garantías de los préstamos incobrables. La forma de deshacerse de estos bienes es por medio de subastas públicas y de remates judiciales.
Requisitos. Cualquier persona, física o jurídica, puede comprar estos bienes. Sin embargo, debe cumplir con una serie de condiciones para adjudicarse una propiedad.
“Las personas interesadas en comprar bienes solo requieren presentarse el día de la subasta, manifestar su interés y ofrecer por el bien que se está rematando. En ocasiones, se pueden presentar pujas y el precio sube”, explicó Gregorio Segura, subgerente general de Bancrédito.
Quien desee adquirir un bien en remate debe hacer un depósito ante la entidad financiera de un 50% del valor de salida del inmueble, según lo establece la ley de cobro judicial.
Cuando se trata de una venta directa, el interesado debe presentar una oferta –ante el banco– y hacer un depósito de garantía que va de un 2% a un 5% del valor del inmueble.
“En la publicación (en los periódicos) se indica el precio de referencia, para que los interesados presenten, en sobre cerrado, sus ofertas”, dijo Rodrigo Ramírez, director Gestión de Crédito del Banco de Costa Rica (BCR).
Una vez adjudicada una propiedad, la persona tendrá de 5 a 10 días hábiles para el depósito del dinero. Si el banco financia la compra, se debe presentar la prima.
Promociones. Para que las ofertas sean atractivas, la banca realiza rebajas que van del 25% al 50% en el precio de los bienes.
“No cobramos por la comisión de formalización y de salida. Tampoco por los gastos de formalización ni avalúo”, detalló Magdalena Rojas, subgerente de Operaciones del Banco Popular.
Una de las opciones que establecen las instituciones financieras es la de negociar con el interesado la forma de pago o las condiciones de financiamiento.