En la búsqueda de mayor credibilidad, independencia y eficiencia, los magistrados de la Sala Constitucional estudian con seriedad la posibilidad de apartarse del Poder Judicial, de hacer casa propia.
“La idea que está tomando más fuerza es la posibilidad que la Sala Constitucional salga del Poder Judicial y migrar a un modelo europeo”, reconoció el presidente de tribunal, Fernando Castillo.
Este es uno los desafíos en la mira de la Sala al cumplir tres décadas de existencia, pues se creó en setiembre de 1989.
Según Castillo, tendría beneficios. Primero, los magistrados constitucionales ya no tendrían que ocuparse de los temas de Corte Plena, que son administrativos y disciplinarios.
“El otro tema es que muchos asuntos en concreto del Poder Judicial nosotros tenemso que verlos. No está bien que nosotros siendo miembros del Poder Judicial estemos resolviendo temas propios del Poder Judicial. Esto le resta credibilidad, en cierta medida, al tribunal”, añadió.
El magistrado afirma que la idea de la separación “ha ido escalando”, por lo que no sorprendería que pronto se presente un proyecto de ley.
Para sacar a la Sala IV se requeriría de una reforma constitucional y modificaciones a la Ley Orgánica del Poder Judicial y la Ley de Jurisdicción Constitucional.