El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Carlos Chinchilla Sandí, confirma que su primer año de gestión fue convulso.
Ahora, al iniciar el segundo año, se ocupa más de proyectos, entre ellas uno contra el rezago judicial y otro para elaborar un nuevo perfil de magistrado.
Por ejemplo, dice, incorporarían el mismo requisito que se incluyó para los fiscales. Si vienen de ocupar un puesto en el Poder Ejecutivo deberán esperar diez años, tiempo que considera necesario para la "desintoxicación".