Vecinos de Jacó se unen para combatir delincuencia

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Algunos vecinos de Jacó , el distrito central de Garabito, están decididos a impedir que su pueblo caiga en las manos del hampa.

La Fuerza Pública de Jacó mantiene una pequeña delegación frente a la playa, aunque acaba de estrenar nuevas instalaciones lejos del centro del pueblo, sobre la carretera Costanera Sur.

Para lograrlo, decidieron unirse y buscaron ayuda de la Fuerza Pública para organizar grupos de seguridad comunitaria.

"Nos juntamos varios, de todos los barrios. Nos hicieron ver el valor de la ciudadanía y los derechos que tenemos", contó Nidia Villalobos Vásquez, integrante del grupo de seguridad comunitaria del barrio El INVU.

"Era demasiada la problemática que había con robos y pleitos. Llamaba uno a las patrullas y no había", recordó Villalobos.

¿Y que aprendieron? ¿Cuál es el utilidad de estos grupos?

"Aprendimos las leyes que a nosotros nos compete. Saber a quién llamar si vemos una persona extraña, tener los números de teléfono de los vecinos, de la delegación. Cuando uno se siente parte de la Policía, tiene más fuerza", expresó Villalobos.

Geanina Corrales, presidenta del comité de seguridad comunitaria de barrio Cerros, considera que el trabajo de su grupo sí ha contribuido a bajar la incidencia de robos en las casas.

Los vecinos consultados por este diario coinciden en que los crímenes que más afectan al pueblo son los robos a casas, hurtos menores, asaltos y la venta de droga al menudeo.

Otro problema que señalan son las agresiones, en especial casos de violencia doméstica contra mujeres que viven en la zona.

"Quizás es la sumisión, la falta de estudio, de conocer los derechos o la dependencia. Muchas piensan que necesitan ser objetos de maltratos y que se lo merecen. Ellas creen que así es su modo de vida", comentó Andrea Villalobos Alvarado, integrante de la Comisión de Seguridad de Garabito.

Tanto pobladores como autoridades aseguran que, pese a las altas cifras de delitos cometidos, Garabito no es un lugar violento.

"Jacó , y Garabito en general, es una zona donde la gente puede caminar tranquila, no hay un lugar donde usted vaya y peligre", explicó Dinier Naranjo, supervisor de escuadra de la Policía Municipal.

"Hay dos mundos en Jacó. El de las personas comunes y corrientes, trabajadoras, visitantes y turistas, y el nocturno, que muchas veces no se rozan. Antes de las 10 p. m., usted verá un Jacó tranquilo, familiar, con comercio muy activo", agregó.

"No me siento insegura. Creo en la gente de aquí. Hay gente que no nos vemos y hacemos buenas cosas por Jacó", dijo Jeanina Corrales.