Seis de los 13 detenidos como sospechosos de integrar una banda de narcotráfico y legitimación de capitales, en el caso relacionado con la “finca Darwin”, accedieron a créditos hipotecarios por unos ¢1.160 millones desde el 2012 a la fecha.
Obtuvieron a esos recursos a través de bancos públicos, cooperativas de la zona sur y hasta prestamistas.
En específico, utilizaron ese mecanismo de financiamiento el aparente líder de la organización Darwin González Hernández, su esposa Juliana Jiménez Araya y su cuñado Mauro Jiménez Araya.
También lo hicieron Adixon Méndez Mora, José Alberto Quirós Salazar y Miguel Elmer Campos Jiménez.
A todos ellos, el Juzgado de Grecia les impuso medidas cautelares durante al menos seis meses. Algunos descuentan prisión preventiva y otros tienen arresto domiciliario con monitoreo electrónico.
Como respaldo para acceder a préstamos hipotecarios, los sospechosos pusieron a responder propiedades que aparecen a nombre de ellos como personas físicas, o bien, de sociedades anónimas donde figuran como miembros de las juntas directivas, según consta en el Registro Nacional.
Adixon Méndez Mora logró cuatro préstamos hipotecarios en el Banco Nacional (BN) por ¢349 millones, mientras que José Alberto Quirós Salazar firmó tres créditos allí mismo por ¢213 millones.
Quirós Salazar también gestionó dos hipotecas por casi ¢212 millones en la Cooperativa Agroindustrial de Servicios Múltiples de Productores de Palma Aceitera R. L. (Coopeagropal).
La Cooperativa de Ahorro y Crédito Alianza de Pérez Zeledón R. L. (CoopeAlianza) le aprobó otros dos financiamientos a Quirós Salazar por un total de ¢153 millones, al tiempo que le prestó a los dos hermanos Jiménez Araya ¢20 millones.
Ellos pusieron a responder un terreno a nombre de una sociedad anónima para acceder a ese dinero. La misma suma le facilitó a Méndez Mora.
El supuesto líder de la banda y su esposa hipotecaron otra propiedad, a nombre de una sociedad por ¢130 millones en el Banco de Costa Rica (BCR), mientras que el Banco Popular prestó ¢31 millones a Campos Jiménez.
Dos personas físicas de apellidos Cedeño Samudio le facilitaron otros ¢30 millones al supuesto líder de la organización criminal.