Casi la mitad de las ganancias generadas por las ventas de lotería de la Junta de Protección Social (JPS) se reparten entre organizaciones de bienestar social de diez cantones del país.
Estos recibieron ¢39.000 millones de los ¢85.000 millones que en ayudas directas distribuyó la entidad en el último quinquenio. Se trata de San José, Alajuela, Cartago, San Carlos, Grecia, Desamparados, Goicoechea, Puntarenas, Pérez Zeledón y Turrialba.
Otros 66 cantones obtuvieron ¢46.000 millones. Mientras, cinco (Alvarado, León Cortés, La Cruz, Turrubares y Matina) no recibieron ayudas directas de la JPS, entre el 2011 y el 2015.
Lo anterior se desprende de un análisis hecho por la Unidad de Inteligencia de Datos de La Nación con base en cifras de la Junta. Esta institución, reparte anualmente sus utilidades netas entre diferentes organizaciones sociales y entidades públicas.
Los cantones que recibieron más recursos a la vez concentran la mayor cantidad (183) de organizaciones de atención social.
Delia Villalobos, presidenta de la Junta Directiva de la JPS, explicó que la entidad no tiene potestades por ley para identificar las necesidades de los cantones o poblaciones específicas, sino que son las organizaciones las que deben acercarse a la Junta.
“Esas son las que definen qué necesitan, cómo lo necesitan y para cuánta gente lo necesitan. Se presentan las solicitudes y las analizamos”, dijo.
Sin embargo, esto se convierte en una limitante para poder ayudar a una mayor población.
Por ejemplo, la falta de una organización impide que la Junta gire cerca de ¢400 millones que, por ley, están destinados para atender a los hijos menores de edad de los privados de libertad.
En un intento por invertir ese dinero, personal de la JPS se reunió con delegados del Ministerio de Justicia y Paz para plantear un proyecto en La Reforma, declaró Villalobos.
Los ganadores
Los adultos mayores han sido los más favorecidos con las ganancias de los sorteos. Han obtenido un 52% del total girado durante los cinco años (¢43.900 millones).
Los 76 cantones que obtuvieron aportes cuentan con al menos un hogar de ancianos o un centro diurno para ellos.
Ellos también se han beneficiado mediante recursos girados a la Asociación Gerontológica Costarricense (Ageco) –¢2.118 millones–, organización dedicada a promover la calidad de vida de los adultos mayores, así como al Hospital Nacional de Geriatría y Gerontología, Raúl Blanco Cervantes, que recibió en el periodo ¢1.473 millones.
Fernando Morales, director del centro, calificó de “muy significativa” la ayuda de la JPS, pues sin ella sería muy difícil tener equipos más modernos.
Por ejemplo, este año se está gestionando un aporte de ¢200 millones para adquirir un TAC y otro por más de ¢200 millones para cambio de camas. Ambos proyectos se concretarían a principios del 2017. Este Hospital cuenta con más de 52.000 expedientes de pacientes de todo el país.
“Antes la ley nos asignaba un porcentaje, pero nos pusieron en la olla común de los adultos mayores y en la olla común hay muchas organizaciones y las ganancias no son tantas”, contó.
Otros beneficiados
Adicionalmente, la Junta otorga fondos a programas de cuidados paliativos, enfermedades de transmisión sexual, farmacodependencia y alcoholismo, salud, menores de edad, prevención y atención del cáncer, víctimas de explotación sexual y población con discapacidad. Sin embargo en estos programas la cobertura es más limitada.
Por ejemplo, la población con discapacidad ha recibido el 10% de los recursos, los cuales se repartieron a organizaciones ubicadas en 33 cantones.
Mientras, las entidades que reciben dinero para atender población con enfermedades de transmisión sexual o víctimas de explotación sexual, solo se concentran en seis cantones.
Justicia informó que no tienen cifras de toda esta población, solo se registran los hijos de las 22 mujeres que están en el ámbito de Casa Cuna, los cuales permanecen con ellas durante los primeros tres años de vida.
En total en el último quinquenio la JPS distribuyó ¢85.000 millones provenientes de las ganancias de los sorteos a 386 organizaciones. Además, giró ¢34.000 millones a 14 entidades con cobertura nacional, como la Cruz Roja.