Criminología: una apuesta atractiva pero arriesgada

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Visite el especial de carreras universitarias aquí.

Hace una década, el equipo de científicos forenses y criminólogos de la serie CSI apareció, por primera vez, en la televisión nacional.

La popularidad del programa, explica, en parte, el interés de los jóvenes por hallar en la Criminología su futuro laboral.

Solo entre el año 2008 y 2010, se especializaron 740 personas en ese campo. Esa cantidad convirtió a Criminología en la carrera 28 de 107, que más graduados tuvo en el lapso citado.

Empero, a la hora de salir a buscar trabajo, los criminólogos tienen un horizonte complicado: en el 2013, más de uno de cada 10 (12%) no consiguió empleo y una cuarta parte de quienes sí laboraban lo hacían en actividades distantes de lo reflejado en la serie televisiva.

En una condición similar estaban quienes se inclinaron por Relaciones Internacionales y Terapia Respiratoria.

Esas carreras, junto con Criminología, son las tres apuestas más arriesgadas del mercado, pues presentan alto desempleo. Todas superaron la tasa nacional de desocupación del 9% en 2013, y la media del 5% de desempleo de las 107 carreras estudiadas, según estimó este medio.

Además, poseen el mayor porcentaje de personas empleadas en áreas con poca afinidad a lo estudiado y sus salarios no figuran entre los más atractivos.

En el caso de los internacionalistas, uno de cada 10 graduados también estaba desocupado en el 2013 (44 de 374), mientras otra cuarta parte (26%) se empleó en algo distinto a su profesión.

No obstante, Terapia Respiratoria es la ruta más insegura para conseguir un empleo. Sus profesionales tenían para el año citado la tasa de desocupación más alta: 24%. Es decir, casi uno de cada cuatro no le había sacado provecho a su título.

De los que sí obtuvieron un trabajo, uno de cada tres (30%) no se desempeñaba como un terapista respiratorio. Asimismo, su salario promedio es el segundo más bajo de los ofrecidos en el mercado: ¢390.000.

Las aulas de Terapia Respiratoria están dominadas por mujeres. Ellas son tres de cada cuatro egresados (70%).

Mitzy Vado, directora de la carrera de Terapia Respiratoria de la Universidad Santa Paula, considera que la baja empleabilidad obedece al desconocimiento sobre los servicios ofrecidos por estos profesionales.

Algunas de las personas que necesitan de ellos son los asmáticos y pacientes con enfermedades pulmonares crónicas.

Los males respiratorios son la tercera causa de muerte por enfermedad en Costa Rica, según datos de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS).

“Hemos tratado de divulgar información mediante programas de extensión y voluntariado en otras organizaciones diferentes a la Caja, para que la gente vea la necesidad de tener un terapista respiratorio. Una vez que se ve la necesidad se abre la plaza”, expresó Vado.

Los resultados provienen de un análisis hecho por la Unidad de Inteligencia de Datos de La Nación, con base en un estudio del Observatorio Laboral de Profesiones del Consejo Nacional de Rectores (Conare).

El efecto CSI. Además del alto desempleo, el salario de un criminólogo es bajo: ¢590.000 al mes. En el ranquin de este medio, ese sueldo ocupa el puesto 86 entre las 107 profesiones estudiadas.

Para Miguel Pizarro, directivo del Colegio de Profesionales en Criminología, un factor que explica la desocupación del 12% es el alza de la matrícula motivada por series televisivas sobre crímenes que, a su criterio, tergiversan la realidad de la profesión.

“Estas series de televisión, como CSI, atraen a un mercado joven, porque ellos dicen: ‘¡ah!, ¡qué chiva!, yo quiero ser uno de ellos’, pero no, esos son criminalistas. Criminología es lo macro, mientras la Criminalística se encarga de lo específico del delito, esto último es lo que vemos en las series de televisión”, explicó Pizarro.

Otro factor que incide en el desempleo es que muchos graduados no buscan alternativas más a allá del Organismo de Investigación Judicial. También existe desconocimiento de los empleadores sobre esta carrera, pues contratan a juristas o trabajadores sociales en lugar de criminólogos.

Criminología atrae a universitarios de ambos sexos, de ahí que un 52% de los graduados fueron hombres y 48% mujeres.

Los criminólogos pueden laborar como investigadores privados, identificando antecedentes para contratar personal, como analistas de bases de datos y en agencias de seguridad.

Los graduados de Relaciones Internacionales tampoco tienen un panorama favorable, eso sí, su salario es el más alto de las tres carreras; en promedio, reciben ¢630.000 mensuales.

Respecto a las preferencias, las mujeres dominan en las escuelas de relaciones internacionales con el 71%.

El director de la Escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional (UNA), Carlos Cascante, cree que puede haber profesionales quienes no se dan cuenta de estar laborando como internacionalistas.

“Muchos dicen que no trabajan en esa carrera, pero, en realidad, sí lo están haciendo, pero como no es algo político creen que no”, comentó.

Relaciones Internacionales es una de las carreras con más solicitudes de ingreso en la UNA, entre 1.300 y 1.400 al año.