Para un grupo de parejas, las demandas que implican sus empleos son factores esenciales para decidir si es momento o no de tener hijos.
Es ahí cuando surgen una serie de cuestionamientos sobre las condiciones de trabajo idóneas para tener una familia.
Entre esas están la existencia de horarios flexibles o la comprensión de los patronos de que serán las futuras generaciones, las que sostendrán sus negocios.
Costa Rica necesita contar con ciudadanos estables para un buen futuro; entonces, necesitamos nuevas generaciones”, reflexiona Ignacio Socias, experto español en temas de familia y bienestar, además de director de la organización The Family Watch, con sede en Madrid.
A su juicio, países como Costa Rica caminan por la senda europea de una baja sostenida en el número de nacimientos.
"La necesidad de incorporación de la mujer al trabajo y, sobre todo, un mercado de trabajo hecho a la medida del hombre, ha empujado a posponer o a no tener hijos”, manifestó Socias.
A la mujer -trabajadora-, se le trata como si nunca fuese a contemplar la posibilidad de tener hijos (...) Y a los hijos hay que dedicarles dinero, tiempo y esfuerzo”, agregó el consultor.
Para el experto español, los empresarios deben equilibrar el trabajo con la vida en familia, ofrecer horarios flexibles y respetar la legislación a favor de las trabajadoras durante el embarazo y lactancia.
"Francia, Suecia, Noruega e Irlanda flexibilizaron la normativa laboral de manera que no se penalice a quien desea ser madre. En Suecia, el permiso por maternidad cubre 18 meses, guardando su puesto. Esto permite pensar en tener hijos”, explicó.
Para Socias, más allá de los buenos deseos de los patronos, los gobiernos deben contar con una “perspectiva de familia” en toda su legislación.