Tecnologías ganan terreno en la rutina diaria de jóvenes y adultos

Salud, educación y ocio cambiaron gracias a Internet y a la era digital

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Años atrás, quizás lo primero que hacían los costarricenses al despertarse era lavarse la cara, rezar, o preparar el desayuno.

Ahora, en cambio, no son pocas las personas que antes de salir de la cama, revisan su correo electrónico y las redes sociales en su teléfono celular.

Uno de ellos es Mario Solano, joven actor de teatro quien pasa “conectado” dentro y fuera de la casa. “Me considero un aficionado a la tecnología en el sentido de que la uso muchísimo. Tal vez no corro a conseguir el último software , o el último teléfono, pero sí me es muy necesaria”, explica Solano.

“Mi computadora no la apago. Cuando me levanto, reviso el correo, me meto a Facebook y a otras redes sociales. Durante todo el día estoy conectado”, confiesa el actor.

Para bien o para mal, la tecnología cambió la rutina diaria del tico promedio. Según la encuesta sobre de calidad de vida realizada por Unimer para La Nación , en diez años la tecnología se sumó a las facetas más importantes en la vida de los costarricenses.

Datos del estudio revelan que el 87% de los encuestados utilizan el teléfono celular en un día típico entre semana, y lo hacen en promedio durante 2,3 horas al día.

Mientras tanto, la computadora es usada por el 44% de los costarricenses, y a ella le dedican en promedio tres horas diarias.

La televisión, sin embargo, es la reina de las tecnologías, con un 93% de personas sintonizándola entre semana.

Cambio avasallador. En un país con más líneas celulares que personas, y donde crece el número de tablets y smartphones , la tecnología es un factor más en la calidad de vida de sus habitantes.

Jorge Zeledón, especialista en nuevas tecnologías de la información y comunicación, describe esta adopción de los dispositivos móviles y redes sociales como un proceso sumamente acelerado.

“Llegamos a un punto en que parte de la población, los más jóvenes, adoptan los dispositivos desde edades más tempranas, y su función de socialización se vuelve más importante”, opina Zeledón.

Alrededor del 85% de los encuestados consideran que le dedican el tiempo justo a las tecnologías, pero el 7 y 8 por ciento dicen dedicarle demasiado tiempo a la computadora y el celular, respectivamente.

Salud digital. Tener un smartphone o una tablet multiplica las opciones para perder y controlar el peso. Llevar un registro de la comida y el ejercicio diario, y recibir entrenamientos personalizados, se vuelve más fácil con apps como Calorie Counter y Runtastic.

Algunas hasta hacen de la salud una competencia, como Fitsby para dispositivos Android. Con este híbrido entre app y red social, un grupo de amigos puede apostar para ver quién hace más check-ins (ingresos) al gimnasio.

Las consolas como el Wii, el PS Move y el Xbox Kinect, también hace de los videojuegos una experiencia 360°, involucrando al usuario físicamente en el juego y contribuyendo a su salud.

Sin embargo, el atractivo de los dispositivos tecnológicos también tendría a niños, jóvenes y adultos sentados más horas frente a la computadora y el televisor, y menos tiempo realizando actividad física.

La obesidad relacionada con el sedentarismo, una verdadera pandemia que según la Caja Costarricense de Seguro Social podría afectar al 60% de los adultos ticos, mucho tiene que ver con ese estilo de vida, rodeado de teclados y pantallas, afirman los expertos.

Adiós a los cuadernos. El aprendizaje también cambia a pasos agigantados. Tal vez en unos años las escuelas olviden libros, lápiz y papel, y las pantallas de tablets y las pizarras digitales sean el nuevo estándar.

Desde el Programa de Tecnologías Educativas Avanzadas (Protea), de la Universidad de Costa Rica, los futuros educadores se enfrentan con esta próxima realidad. Allí, se enseña a los estudiantes de la Facultad de Educación sobre el uso de pizarras digitales y equipo de robótica en el aula.

Otro ejemplo: el año pasado, la Universidad Hispanoamericana y el Colegio Lincoln cambiaron los libros de texto por los iPads, según reportaron La Nación y el semanario El Financiero .

No obstante, el avance tecnológico no brilla para todos por igual. No es de extrañarse que los cantones con un menor índice de Desarrollo Humano son también los de menor penetración del Internet y los dispositivos móviles, de acuerdo con un informe de la Universidad de Costa Rica.

Con sus ventajas y peligros, la era digital transformó el estilo y la calidad de vida del costarricense casi por completo. Solano lo ejemplifica en su diario vivir.

“Incluso cuando estoy fuera de la casa reviso el Facebook y el correo. Reviso el correo cuatro veces al día, y el Facebook en el teléfono siempre que llega una notificación”, comenta el joven.

Según Zeledón, en los próximos años el acelerado cambio tecnológico perderá su ritmo, pero ganará amplitud.

Agregó: “Lo interesante es que pasamos de ver los dispositivos como extraños y amenazantes, a dispositivos de lo cotidiano. Los dispositivos se convirtieron en extensiones de los individuos”.