Por medio de un nuevo proyecto de reforestación, San José pretende convertirse en un bosque urbano: una ciudad llena de árboles que muestre una rica biodiversidad y cuyos parques sean ejemplo de la exuberancia del trópico.
Esta ambiciosa iniciativa se llama “Floresta urbana” y es un plan del Instituto de Arquitectura Tropical (IAT) para mejorar no solo el aspecto, sino también la calidad de vida de la capital.
Se trata de reforestar la ciudad: no plantando unos árboles de forma dispersa, sino llenando de diferentes especies los parques, aceras y otros espacios públicos de la capital.
El proyecto se iniciará en mayo –en la estación lluviosa– con un plan piloto en el parque Beneméritos, ubicado frente al colegio María Auxiliadora y en unas 20 cuadras a su alrededor.
La Municipalidad de San José acogió el proyecto y le asignará ¢50 millones en el presupuesto de este año para hacerlo una realidad, anunció el alcalde josefino, Johnny Araya Monge.
Además, agregó, el Instituto Costarricense de Electricidad aportará ¢30 millones y se negocian ¢20 millones más con una empresa privada.
Tejido verde en la urbe. “‘Floresta urbana’ pretende generarle a la ciudad un tejido vegetal importante –que se note– dentro del casco urbano. Queremos unir las islas verdes (parques y riberas de los ríos) con un grueso tejido verde”, explicó el arquitecto Bruno Stagno, del IAT.
Agregó: “¿Son sueños de opio? No. Uno de los recursos más importantes de Costa Rica son sus árboles, no solo porque tienen una presencia escénica impresionante y producen flores y frutos que atraen mariposas y aves, sino porque purifican el aire”.
Además, la sombra de los árboles puede bajar en tres grados la temperatura de una ciudad tropical como la nuestra. “Los árboles son un acondicionamiento climático natural”, afirmó Stagno.
Más exuberante y tropical. “Floresta urbana” implicará la renovación de algunos parques capitalinos que no están muy tupidos de vegetación y que muestran poco de la naturaleza de nuestros bosques.
“Los parques que queremos son como el España (frente al INS): tiene buena sombra, árboles grandes y paseos peatonales amplios. No queremos parques como el Central que es un muestrario de diferentes árboles”, comentó el arquitecto.
Para las aceras de 1,5 metros se escogerán especies de mediano tamaño que no interrumpan el paso de los peatones ni rompan las aceras con sus raíces.
¿Hay espacio en nuestras pequeñas aceras para árboles? “Sí, la prueba es que uno se puede encontrar árboles viejos en aceras de 1,5 metros que no generan problemas a los peatones, como por ejemplo uno que está 100 metros al este de la Sala Garbo. Es cuestión de escoger las especies adecuadas”, dijo Stagno.
Los árboles más grandes y robustos se reservarán para las aceras más amplias, como las del Paseo Colón.
Debido a la experiencia adquirida durante el programa de arborización de años anteriores, se plantarán especies de dos o tres años y no los más jóvenes.
El ingeniero forestal Fernando Alvarado, de la Municipalidad de San José, explicó que de un 50% a 65% de los árboles “más jóvenes” sembrados en la capital han muerto debido a cierto estrés cuando son trasplantados y, sobre todo, al vandalismo: los maltratan o arrancan.
Esto se tratará de combatir con ejemplares adultos.
El IAT y el municipio josefino estudian cuáles especies sembrar, así como en qué lugares.
Lo que sí es seguro es que “Floresta urbana” exhibirá la diversidad de la flora del país.