Vigile la dieta de sus hijos durante época de exámenes

Mala alimentación genera problemas de concentración, fatiga y baja tolerancia

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Usted no puede estudiar por ellos, ni mucho menos presentarse al aula de sus hijos a hacer los exámenes. Sin embargo, una manera de ayudarles a lograr el éxito académico es estar más atento a su dieta.

Está comprobado, científicamente, que con una buena alimentación los estudiantes pueden tener mayores niveles de concentración y rendimiento.

De acuerdo con Marcela Madrigal, especialista en Nutrición y docente de la Universidad Hispanoamericana, se debe evitar a toda costa que, durante la época de pruebas, niños, adolescentes o adultos jóvenes se salten los tiempos de comida, aunque ellos argumenten exceso de estudio, estrés, nerviosismo, ansiedad, agotamiento u otros malestares.

El desayuno, como siempre se ha dicho, es vital para el resto del día. Lo que los estudiantes consuman en la mañana, antes de irse al colegio, escuela o universidad, les inyectará la energía necesaria para hacer frente a las pruebas académicas. No desayunar puede afectarlos cognitivamente y producirles una merma en su capacidad de concentración y aprendizaje, mayor fatiga, además de baja tolerancia a la frustración.

Según Madrigal, un desayuno ideal incluye al menos tres tipos de alimentos: alguna fuente de vitaminas y antioxidantes como las frutas; algún carbohidrato complejo, como las harinas, y alguna fuente de proteína de alto valor biológico, como queso, leche o huevos.

Almuerzos y cenas. Si el examen se lleva a cabo en horas de la tarde o durante la noche, la ciencia está en elegir un menú variado pero liviano, para evitar que la persona sufra de la popular marea alcalina (en la que se siente sueño después de comer).

“Lo más recomendado durante el almuerzo es reducir la cantidad de arroz, frijoles, papas o pastas (harinas). Puede agregar una ensalada o un picadillo de vegetales, algún trozo de pollo o pescado y fresco natural” , recomendó la especialista en Nutrición.

Para las cenas, Madrigal propone un menú también liviano, como el siguiente: pan árabe relleno de queso Turrialba, tomate, trébol germinado y albahaca, o bien, un wrap de pollo a la plancha con zanahoria y zucchini rallados, ambas opciones acompañadas de fresco natural y una porción de fruta.

Otros consejos. La hidratación durante el periodo de pruebas también es esencial.

Lo aconsejable son ocho vasos al día de líquido, la mitad de agua pura y la otra mitad compuesta por refrescos naturales con poca azúcar, tés y cafés, etcétera. Se sugiere evitar o restringir el consumo de refrescos gaseosos o bebidas altamente endulzadas. Asimismo, si el examen tiene una duración de tres a cuatro horas, el estudiante podría llevar alguna fruta de fácil consumo y transporte, como una manzana o un banano.

En caso de nerviosismo, el consejo es que la persona (según su edad) tome algún té natural que la tranquilice; si se sufre de gastritis (también por la ansiedad), lo mejor es aumentar la ingesta de líquido para diluir los jugos gástricos.