Kattia Soto donó sangre por primera vez hace dos años y medio, cuando su hija necesitaba una cirugía de emergencia, y desde entonces dona por iniciativa propia en el Hospital Nacional de Niños.
“Fue tan grande el sentimiento de ayudar a salvar la vida de mi hija que quise seguir salvando las vidas de otros pequeños. Me dijeron que era candidata para donar plaquetas, un componente de la sangre que es muy necesario en los niños con leucemia y enfermedades en la sangre. La ventaja es que puedo donar sangre más seguido. Vengo una vez al mes”, expresó.
Como Kattia, hay otros 120 donantes de ese tipo en todo el país. Cada uno de ellos salva la vida de hasta tres personas por donación, según datos oficiales de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Una donación de sangre puede ayudar a un paciente que requiera glóbulos rojos, a uno que necesita glóbulos blancos y a una persona que requiera plaquetas. Es sangre que el donador no necesita, pero que puede usarse para salvar a más de un paciente”, indicó Isela Bolaños, directora del banco de sangre del Hospital Calderón Guardia.
Los donantes también reciben el beneficio de revisiones médicas cada vez que lo hacen, lo cual les ayuda a prevenir enfermedades o a diagnosticarlas a tiempo. “Antes de cada donación, la persona recibe un examen médico para determinar su estado de salud y ver si está en condiciones para donar. Es un control gratuito que les ayuda a mantenerse sanos”, dijo Erna Meléndez, directora del Banco Nacional de Sangre.
Los hospitales pretenden aumentar el número de donantes por iniciativa propia. El Banco Nacional de Sangre pretende aumentar los aportes extraordinarios por medio de visitas a universidades, empresas, comercios y otros sitios públicos.