El maestro consagró al discípulo. El pasado miércoles, el abogado Rodolfo Cerdas recibió el premio Alfonso Carro 2010 de manos de quien, precisamente, da nombre a este galardón.
En un acto realizado en el Instituto Interamericano de Derechos Humanos (IIDH), familiares y amigos se reunieron para homenajear a Cerdas; entre estos estaba su profesor: Alfonso Carro.
“Esto me genera una gran alegría y nostalgia. Recibir este premio de manos de don Alfonso me llena de orgullo”, dijo Cerdas.
Este premio lo entrega la Cátedra de Teoría del Estado, de la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica (UCR), en asociación con el IIDH, la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), el Centro de Investigación y Adiestramiento Político Administrativo (Ciapa) y el Instituto Centroamericano de Gobernabilidad.
Cada dos años, se reconoce a un intelectual que haya enriquecido la discusión sobre Estado, democracia y derechos humanos.
“Este año, por unanimidad, se decidió dar el premio a Rodolfo Cerdas por sus aportes a las ciencias políticas, así como al estudio académico sobre sistemas políticos, democracia y derechos humanos”, reseñó Jaime Ordóñez, director de la cátedra de la UCR.
De esta manera, Cerdas se convirtió en la segunda persona en recibir este reconocimiento. El primero fue Rodrigo Madrigal Montealegre, en el 2008.
Una vida dictando cátedra. “La vida está llena de coincidencias”, dijo a modo de preámbulo Sonia Picado del IIDH. “Conocí a Rodolfo porque los dos tomábamos el mismo bus para ir a la universidad. En ese entonces él era marxista y, en plena Guerra Fría, yo nunca había visto o hablado con un comunista”, sonrió Picado en complicidad con Cerdas.
“Descubrí muy pronto que era una persona brillante. Sus discusiones paralizaban las clases. Rodolfo, polifacético como es, nos enseñó mil cosas y nos presentó los versos de Neruda”, relató Picado.
En su retrato de Cerdas, el exdiputado Francisco Antonio Pacheco recordó la polémica que tuvo este con el entonces rector de la UCR, Rodrigo Facio.
La discusión se inició porque Cerdas no compartía lo expuesto por Facio en un ciclo de conferencias. Aprovechó la coyuntura de un curso para rebatir sus planteamientos. El escrito llegó a manos de Facio, quien, en lugar de molestarse, pidió que se publicara.
Unos años más tarde, a los 23 años, Cerdas escribió su tesis sobre la formación del Estado en Costa Rica. “Texto pionero y provocador que se volvió referente”, según lo describió Ordóñez.
A partir de ese momento, sus textos fueron incitadores al debate político y aún lo son.
“Rodolfo es un intelectual que creó escuela. Muchas personas que están en la función pública y en organismos internacionales fueron formados por el influjo de Rodolfo Cerdas”, manifestó Ordóñez.
“Rodolfo es, ante todo, un hombre que no pudo dejar que la historia de su país le pasara por el frente sin analizarla”, agregó Constantino Urcuyo, estudiante de Cerdas y compañero suyo en el Ciapa.
Abogado y notario. Filósofo y sociólogo. Escritor y columnista de La Nación. Único centroamericano en ocupar la cátedra Simón Bolívar, de la Universidad de Cambridge, en Inglaterra. Educador. Sobre todo, Rodolfo Cerdas enseña a pensar con cabeza propia.