Las personas que sufren migrañas crónicas –fuertes dolores de cabeza– o contracturas musculares graves tienen ahora otra opción de tratamiento en el país.
Este consiste en la aplicación de inyecciones con una neurotoxina comúnmente utilizada en cirugías estéticas –para tratar arrugas o líneas de expresión–, a fin de aliviar dolores crónicos.
Aunque es más conocida por el nombre de sus marcas como botox o dysport, la sustancia que se empleará se llama “toxina botulínica”, que se obtiene de la bacteria Clostridium botulinum.
“Muchas veces, la jaqueca y las contracturas se dan por contracciones de los vasos sanguíneos y los músculos. Inyectar esta sustancia hace que los vasos y tejidos musculares se relajen, lo cual disminuye mucho el dolor”, explicó Abel Víquez, dermatólogo que aplica el procedimiento aquí.
El procedimiento. Según el especialista, la técnica ya está aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA, por sus siglas en inglés) y es avalada por el Ministerio de Salud.
Mediante el procedimiento, se aplican varias inyecciones de esta toxina justo en el lugar donde se tiene el dolor, sea el cuello, la espalda o la cabeza. No es necesario usar anestesia. La técnica toma muy poco tiempo, menos de diez minutos.
“El número de agujas depende del tamaño de la zona del dolor. Si es pequeña, solo se inyecta una vez; si es más grande, pueden ponerse hasta 15 ó 20 agujas”, dijo Víquez, quien lidera la nueva clínica especializada en este tratamiento, inaugurada ayer en el Hospital CIMA.
Víquez agregó que los efectos de esta terapia comienzan a sentirse tres o cuatro días después de aplicada y la sensación de alivio puede durar hasta ocho meses.
Para garantizar el éxito de este procedimiento, los pacientes tendrán citas de control, días después del tratamiento, y, de ser necesario, se aplicarán más inyecciones.
“Nuestra idea es tratar a personas con problemas graves de migraña o dolores musculares. Solo se atenderá a pacientes que tienen un diagnóstico médico en el que especialistas calificados los refieren a nosotros. Esto no es para quienes les duele la cabeza de vez en cuando”, comentó Víquez.
El precio del tratamiento varía dependiendo del tamaño de la zona afectada, y puede oscilar entre $200 y $3.000.
Sin embargo, el experto aseguró que atenderán de manera gratuita a pacientes referidos por los hospitales públicos, y el seguimiento también será gratuito.
El nuevo centro privado tiene el propósito de convertirse en una escuela para entrenar a dermatólogos, cirujanos plásticos y estudiantes de dermatología sobre cómo aplicar esta terapia.