Tica celebra la Navidad con colección de 104 pasitos

Sus imágenes del Nacimiento de Jesús son de distintas partes del mundo

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“Me gustan mucho los pasitos por la imagen que representan. Es la Sagrada Familia; nos habla de amor, de paz, de calidez, de unión entre nosotros. Eso es lo que más importa en el mundo y lo que más tenemos que valorar”.

Con estas palabras, Ana Cecilia Ovares explica por qué, durante más de 30 años, se ha dedicado a coleccionar distintas imágenes del Nacimiento de Jesús.

Su casa, en Moravia, es un museo con diferentes portales. Su colección la forman 104 pasitos de todas partes del mundo.

Hay de todos tamaños, texturas, colores e incluso representaciones según el país de donde provienen: por ejemplo, hay indígenas mayas en dos portales guatemaltecos y “un nacimiento” traído de Rusia está representado con muñecas matrioska.

Muchos se los regalaron; otros son producto de viajes de amigos o familiares, y no pocos llegaron por mero antojo de un portal que vio en alguna tienda y no resistió el deseo de comprarlo.

“Todo portal tiene una historia. No puedo decir que tengo uno favorito, porque cada uno tiene una historia que contar y un lugar especial”, recalcó Ovares.

“Aunque... hay uno que tiene un valor muy sentimental para mí. Es un pasito que le regalaron mis papás y mis tíos a mis abuelitos. Yo era la nieta mayor y me acuerdo bien. El tiempo pasó; cuando mis abuelos murieron, mis primas se quedaron con el pasito, pero al tiempo me lo regalaron. Eso me hizo feliz”, añadió.

Esta mujer conoce la historia de cada portal, y no vacila al contar de dónde vino cada uno.

“Por ejemplo, ese de barro, que tiene como un piruchito, me lo trajeron de Tucurrique; si ves bien, tiene la forma de un pejibaye... Este otro, por ejemplo, el de las muñequitas, me lo trajo una amiga que fue a Rusia; este otro lo compré en Aliss, y este otro en una tienda aquí en Moravia, que ya cerró”, detalló.

Celebración. La exhibición se da desde varias semanas antes de diciembre. Para Ovares, esta es una de sus formas de celebrar la Navidad y darle un toque especial.

“Yo comienzo a sacar los pasitos desde noviembre, para que me duren más rato y poderlos disfrutar. Y los vuelvo a guardar después del Día de Reyes. Entonces, ya se imaginarán que paso todo el año esperando a que llegue noviembre para sacar los pasitos”, confesó la moraviana.

“Navidad es una época tan bonita que merece celebrarse mucho. A mí también me la celebran, porque cada año hay una persona o más que me regalan un pasito”, agregó.

¿Y qué sucede cuando llega enero? Ovares dice que uno de sus pasatiempos es ir a buscar en las tiendas nuevos pasitos para la colección.

“Ya después de enero dejan en baratillo los que no vendieron y uno consigue muy buenos precios”, concluyó.