Tasa de contagio de covid-19 sube a niveles similares a los de hace dos semanas

Luego de varias semanas de tendencia a la baja y de registrar los mínimos desde abril, hoy se ubica en 1,03, lo que indica que 100 personas con el virus contagiarían a 103

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

La tasa de contagio de covid-19 en Costa Rica volvió a subir, luego de varias semanas de registrar una tendencia a la baja y de ubicarse, hace solo siete días, en los niveles más bajos desde finales de abril.

Según el informe de este miércoles del Centro Centroamericano de Población de la Universidad de Costa Rica (CCP-UCR), dicho indicador se ubicó en 1,03, un valor similar al visto hace dos semanas.

El CCP-UCR emite, cada miércoles, un reporte sobre cómo se está comportando la transmisión del virus causante de la pandemia.

La tasa de contagio, también llamada tasa R, indica a cuántas personas podría contagiar, en promedio, cada enfermo.

Si es igual a 1, cada persona enfermará, en promedio, a otra más, y esto mantendrá la infección constante. Si está en 2, en promedio, cada persona enfermará a dos más y la velocidad de transmisión se duplicará.

Lo ideal, por eso, es que esta cifra sea inferior a 1, lo cual es señal de que el ritmo de casos nuevos va hacia la baja.

Un índice de 1,03 quiere decir que un individuo con el virus podría transmitirlo a 1,03 personas en promedio. O, visto de otro modo, 100 personas que porten este patógeno podrían dar origen a una generación de 103 casos.

Debemos tomar en cuenta que cuando los casos activos se cuentan por miles, como ocurre en este momento, cada 1.000 casos activos podrían significar un promedio de 1.030 casos más. Aún cuando la diferencia no sea mayor, sí representan posibles presiones para el sistema de salud.

Este índice no tiene que ver con la cantidad de casos, sino con la velocidad de transmisión o la velocidad con la que se propaga el virus. Tampoco mide cuán agresivo es, sino cómo es su movimiento y evolución en determinado lugar.

Los investigadores del CCP-UCR advierten que R es un factor muy volátil y puede experimentar grandes cambios en muy poco tiempo.

Los analistas no dan razones para este aumento, aunque sí recalcan que para el 1.º de setiembre este indicador era mayor: estaba en 1,14, por lo que el alza tampoco es dramática.

El análisis para este 30 de setiembre toma en cuenta que estos contagios se dieron aproximadamente el 30 de setiembre o 1.º de octubre.

Lo anterior se basa en el hecho de que el periodo de incubación del virus (tiempo que transcurre entre la infección y los primeros síntomas) en promedio está en seis días.

¿Se confirma que ya pasamos ‘el pico’ de la ola?

La semana anterior, el CCP indicaba que ya el país ya había superado el pico de ola pandémica y a partir de ahora se comienza a bajar.

“La tasa R parece haber alcanzado el umbral clave de R=1 hacia el 15 de setiembre. Al llegar a este umbral, Costa Rica habría también alcanzado el pico de la curva epidémica”, señalan los investigadores, liderados por el demógrafo Luis Rosero.

Sin embargo, nuevos aumentos en los números diarios en relación con la semana pasada y el ver a R otra vez mayor a 1, llevan a la duda.

¿Qué sucederá a partir de ahora? Rosero y su equipo explican que se podrían dar diversas dinámicas, una más acelerada y otra más lenta, como de meseta.

“El escenario más plausible proyecta una caída más bien lenta considerando el retroceso en la tasa R que ha tenido lugar en días recientes”, indica el reporte de este miércoles.

A lo interno del país

El CCP-UCR también analiza los diferentes cantones del país para ver dónde están las zonas de más alta y de más baja transmisión.

La mayor parte de las subregiones del país muestran tasas inferiores a 1. Sin embargo, hay excepciones.

La tasa de transmisión más alta está en una zona donde hasta hace poco más bien se registraban los valores más bajos: la zona de Los Santos, que este miércoles se ubica en 1,86.

Pero esto no quiere decir que haya problemas. En un lugar donde los casos han sido inferiores a cinco, el hecho de registrar uno o dos casos por día ya influye en su indicador.

“Esta subregión en realidad se encuentra apenas al inicio del brote epidémico con un promedio de tan solo dos casos nuevos diarios, por lo que bien puede contenerse el brote con agresivo rastreo y testeo de contactos de esos pocos casos, así como con medidas locales de distanciamiento social durante pocos días”, señala el análisis.

Luego le siguen Cañas, Abangares y Bagaces, con 1,34.

Sin embargo, el reporte recalca que los datos en estos lugares no quieren decir que haya una explosión o que sean un factor de preocupación mayor.

A los analistas les preocupan más zonas con una R menor, cercana a 1, pero, que al tener mayor cantidad de casos activos, puedan dar origen a conglomerados mayores.

“En las subregiones Cartago (incluye Paraíso, Alvarado, Oreamuno y El Guarco) y Puntarenas (incluye Esparza, Montes de Oro, Garabito, Orotina y San Mateo), con tasas R de 1,3 y 1,2 y 50 y 100 casos diarios, respectivamente. Este elevado número de casos dificulta contener el brote con rastreo y testeo”.

En cambio, zonas como Alajuela y San José, que han sido por meses el epicentro de la pandemia, comienzan a registrar una tasa de contagio inferior a 1, lo cual no quiere decir que la epidemia desaparezca, pero sí que la velocidad con la que aumentan los casos es menor.

En relación con otros países

El reporte compara a Costa Rica con otros países de América Latina, España, Portugal y el estado de Florida en Estados Unidos. Este último fue considerado debido a sus similares características culturales con la región latinoamericana.

Costa Rica es de los países que sube ligeramente, mientras otros países, como Perú, El Salvador y Puerto Rico más bien registran una baja.

Para esta última semana, la tasa mayor fue en Uruguay, con 1,31, seguido de Honduras, con 1,10. Mientras que los lugares con menor contagio son Perú, con 0,71; Puerto Rico, con 0,81; y Bolivia, con 0,88.

Escenarios a futuro

Los investigadores trabajan con posibles escenarios de qué sucedería si se mantiene la tendencia actual y qué pasaría en un contexto más optimista si la tasa baja, o más pesimista si la tasa sube.

En el escenario 1, la tendencia vista en días anteriores se mantiene y R sigue bajando lentamente hasta llegar a 0,9. De entrada, los investigadores dicen que este es el escenario más probable.

En este caso, se tendrían poco menos de 1.000 casos diarios y con menos personas hospitalizadas, lo cual no compromete al sistema hospitalario.

“La proyección derivada de este escenario neutro es que dentro de un mes, el 7 de noviembre, el acumulado de fallecimientos será 1.700, mientras que el número de personas hospitalizadas se estabilizaría en menos de 600, con 200 en camas UCI, es decir por debajo del nivel de saturación de 360 camas UCI”, dicen los analistas.

Los autores indican que esto se basa en la tendencia también a ver menos hospitalizados ahora. Datos del Ministerio de Salud hablan de una baja de 10% en internamientos generales y del 17% desde setiembre.

“No sabemos si esa tendencia se debe a que los síntomas de la enfermedad se han tornado menos severos o a que los protocolos para internar a una persona se volvieron más restrictivos”, admite el equipo.

En el escenario 2 u optimista, la tasa de contagio bajaría a 0,7 y se tendrían unos 500 casos diarios para finales de octubre. Sin embargo, esto también genera preocupaciones en los autores, pues costaría controlar el brote. Para ello, lo ideal sería volver a tener de 100 a 200 casos diarios.

En el escenario 3, o pesimista, R continuaría en crecimiento hasta llegar a 1,2, lo cual significaría que se tendrían 1.700 casos por día.

Sin embargo, este último escenario es más difícil de conseguir. Este se daría si las personas bajan la guardia y hacen mal uso de las mascarillas.

‘Índice baby shower’ nos dice dónde sería más posible contagiarnos

El análisis del CCP-UCR incluye desde setiembre el llamado “índice baby shower”, el cual enmarca a los distritos en los que una reunión de 20 personas es de mayor riesgo para contagios.

“Hemos estimado la probabilidad de que en una reunión de 20 personas (un baby shower, una boda, una reunión de trabajo, un seminario, un bar y similares) provenientes del distrito en cuestión, al menos una persona se encuentre activamente infectada.

"En esta estimación, con propósitos ilustrativos, se asumió que no hay cuarentena, que por cada caso detectado hay dos personas sin síntomas y que la duración media de la enfermedad es de dos semanas”, proponen los investigadores.

Los investigadores señalan que hay 19 distritos en el país donde el riesgo de contagio en una reunión como estas es mayor.

La lista la encabezan cuatro distritos en donde, en este eventual baby shower de 20 personas, las posibilidades de que haya un portador del virus son mayores al 50%: todos en el cantón Central de Puntarenas: Barranca, Acapulco, Chacarita y Puntarenas.

Le siguen los lugares con un riesgo de entre el 40% y 49%: Tapezco de Alfaro Ruiz, Tures y Santo Domingo de Heredia y San Rafael de Alajuela.

Por otra parte, el distrito de Palmar de Osa merece una mención especial, pues entre inicios y finales de setiembre pasó de un 47% de probabilidades de un portador del virus en la reunión a un 17%.

De acuerdo con el CCP-UCR, esto se hace porque un índice R creciente no quiere decir mayores posibilidades de contagio, solo una transmisión creciente.

“Una localidad puede presentar una elevada tasa R pero en un contexto de muy pocos casos, como ocurre al inicio del brote epidémico.

"Mientras otra localidad puede estar infestada de gran cantidad de casos, pero tener al mismo tiempo una baja tasa R, como ocurre hacia el final de la curva epidémica cuando quedan pocas personas susceptibles de infectarse”, concluyen los investigadores.