Suspendido estudio de cepa letal de gripe aviaria

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San José. Redacción. El estudio de una de las cepas potencialmente letales del virus de la gripe aviaria (AH5N1) fue suspendido ayer por 60 días (unos dos meses).

Esta es una acción voluntaria de de estudiosos del Centro Médico Universitario Erasmo de Rotterdam, en Holanda, y el Centro de Investigación de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Minnesota, en Estados Unidos.

Tras la polémica suscitada por el temor de que esta cepa del virus pudiera caer en manos erróneas y ser empleada como arma bioterrorista, quienes realizaban la investigación acordaron cesar temporalmente sus análisis.

Los autores están anuentes al diálogo sobre nuevas estrategias para ser precavidos en la difusión del conocimiento sin frenar la realización de las indagaciones.

Según los científicos, la AH5N1 es mucho más agresiva, contagiosa y letal que las cepas del virus que circulan en el ambiente. Esta variante del virus sería capaz de contagiarse entre mamíferos y posiblemente entre humanos.

Además, algunos expertos sugieren que puede mutar y convertirse en un agente fácilmente transmisible por el aire.

Debate. La discusión sobre la idoneidad de estudiar esta cepa de la gripe aviaria y publicar los avances en la investigación no es nueva.

Desde hace casi un mes, la comunidad científica –representada en las prestigiosas revistas Nature y Science – y autoridades estadounidenses han tenido una pujante discusión al respecto.

Así, por ejemplo, el pasado 20 de enero, las autoridades estadounidenses pidieron a Science y Nature que no se publicaran, ni difundieran, estudios relacionados con esta temática.

Según el Gobierno de Barack Obama, las respectivas investigaciones probaban cómo el patógeno puede transformarse en una amenaza real para la salud global, y además aseguraban que, “si esa información llegaba a manos inadecuadas, podría convertirse en un arma de bioterrorismo”.

Las publicaciones científicas interpretaron eso como un intento de censura, y aseguraron que se hace urgente crear mecanismos claros y transparentes para que, entonces, la información de las investigaciones llegue a manos de científicos “de probada legitimidad”, que no fueran a incurrir en actos inadecuados para la humanidad.

El Gobierno estadounidense, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros organismos sanitarios están tratando de establecer esos lineamientos, aún sin éxito.

La OMS ha afirmado que las investigaciones son necesarias si se llevan a cabo con rigurosidad y técnica científica, pero que se debe tener cuidado.