El Ministerio de Salud investiga el uso de un tratamiento que se utiliza para regenerar y nutrir el cabello en los salones de belleza: la queratina. Algunos productos podrían tener altos niveles de formaldehído o formol, químico considerado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como potencialmente cancerígeno.
“El formaldehído es un químico que se usa como preservante, fijador y hace más fácil la aplicación del producto. El problema es que usado en cantidades muy grandes provoca alergias y sensibilidad en la piel. Tiene un potencial aún no demostrado de riesgo cancerígeno, pero debemos cuidarnos. Los tratamientos con queratina están de moda y no podemos exponernos”, dijo María Luisa Ávila, ministra de Salud.
Según la Legislación Consolidada para Cosméticos de la Unión Europea (Consleg) –por la que Costa Rica se rige–, para que un producto para el cabello con formaldehído no sea perjudicial para el ser humano, su concentración debe ser menor al 0,2%.
Argentina y México retiraron del mercado productos que contenían niveles de hasta 2% de formaldehído. Dichos productos no están registrados en Costa Rica.
Ávila señaló que todos los tratamientos registrados ante el Ministerio sí se apegan a lo establecido por la Consleg, pero hay productos que no tienen registro sanitario y se teme que otros tratamientos se elaboren de forma casera en salas de belleza.
Una inspección realizada en 100 salones de belleza de todo el país arrojó que 20 de ellos utilizaban tratamientos con queratina que no tenían registros sanitarios, y que algunos no señalaban sus niveles de formaldehído.
“Decomisamos los productos sin registro. Tememos que esto se elabore de forma casera y sin controles, eso perjudicaría a estilistas y clientes. Estamos trabajando en una reglamentación sobre el uso y cuidado que deben tener los estilistas al aplicarlos”, dijo Ávila.
La Ministra agregó que el próximo paso consiste en hacer pruebas de laboratorio para saber si los tratamientos realmente cumplen con el nivel de formol establecido.
Los tratamientos. La queratina es una proteína natural del cabello y las uñas que es responsable de su fuerza, cuerpo y vitalidad. Con el paso del tiempo y la exposición al sol, secadoras y planchas, el cabello pierde esta proteína.
Los tratamientos con queratina se aplican cada cuatro meses para nutrir el cabello, hidratarlo, darle cuerpo y hacerlo manejable y liso.
Existen dos tipos de tratamientos con queratina. Por un lado, están las mascarillas con queratina, que no están bajo investigación porque no tienen formaldehído. Por otro, están los tratamientos de queratina permanente, como la brasileña o la de chocolate (hay varias marcas), que en su mayoría contienen formaldehído y dan resultados más duraderos.
Las mascarillas cuestan entre ¢8.000 y ¢40.000; y la queratina permanente, entre ¢85.000 y ¢190.000, según el largo del cabello.
De acuerdo con el Ministerio, aplicarse productos con los niveles establecidos de formaldehído no tiene riesgos para la salud.
El daño que causan los productos con altas cantidades de formaldehído no es tan fuerte para el cliente –que recibe el tratamiento cada cuatro meses– como para el estilista –que puede aplicar tres o cuatro tratamientos en un día–.
El riesgo también es mayor para el estilista porque ,al planchar el pelo durante el tratamiento, el formaldehído se libera en forma de vapor, lo cual puede causar alergia en la piel, ojos y sistema respiratorio.
Los dermatólogos reciben frecuentemente pacientes con alergia a estos tratamientos.
“Vemos casos todos los meses. Dependiendo de la dosis de formol, hay gente con ardor, irritación y enrojecimiento del cuero cabelludo”, dijo el dermatólogo Pablo Quirós.
El Ministerio no ha recibido denuncias de lesiones graves por el uso de estos productos, pero dice que se necesita investigar a fondo para evitar daños.