Laobsesión por una piel color caramelo no solo representa un mayor riesgo de cáncer de piel. Alergias, quemaduras hasta de tercer grado, envejecimiento prematuro y daños en la vista, pueden ser provocados por el contacto muy constante con la luz del sol o exposición a cámaras de bronceado.
La dermatóloga del Hospital México, Eugenie Arguedas, dijo que exponerse a toda hora y sin discriminación a la radiación ultravioleta causa daños a corto, mediano y largo plazo, no solo en la piel, sino también en otras partes del cuerpo.
“La obsesión con la luz solar va causando, también, una alteración en el sistema inmunológico. Las defensas, poco a poco, dejan de funcionar de la misma forma y uno se expone más a resfríos e infecciones”, explicó la especialista.
“Además, la exposición muy constante a estos rayos afecta la vista porque se van afectando las superficies del ojo”, añadió.
La experta recordó que hay medicamentos y cremas que causan reacciones en la piel, al contacto con la luz solar, por lo que la persona debe tomar en cuenta eso antes de broncearse.
“Si se va a un lugar de cámaras de bronceado, hay que tener cuidado también, porque si el lugar no tiene un buen aseo, pueden darse infecciones en la piel”, aseveró Arguedas.
Atención. ¿Cuándo acudir a un médico? La especialista asegura que si tiene mucho dolor, ardor, comezón, irritación en la piel o fiebre, es mejor buscar un centro de salud.
Quienes tienen algún tipo de adicción con el bronceado, un estudio publicado en la revista American Journal of Health Behavio r indica que este tipo de casos deben atenderse de forma muy similar a los de cualquier otra adicción.
“Los adictos al bronceado dicen tener mejor humor, relajación y placer, al igual que sucede con otras sustancias adictivas. Incluso, estudios anteriores demostraron vínculo entre bronceado obsesivo y desórdenes afectivos”, cita el reporte.