¿Protección contra covid-19 e influenza en una sola vacuna? Ciencia estudia cómo llegar a ella

Pfizer está en fase I de ensayo clínico de una vacuna que proteja contra covid-19 e influenza en la misma dosis

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Llegar a un centro de vacunación y recibir en una sola dosis la protección se necesita para minimizar los riesgos de complicarse, hospitalizarse y fallecer tanto por covid-19 como por influenza, podría ser posible pronto. Un solo pinchazo contra ambas enfermedades suena alentador.

Esa es una misión que la tecnología de ARN-mensajero facilitó y una vacuna candidata, de las firmas Pfizer y BioNTech, comenzó a probarse en noviembre de 2022. Hoy, medio año después, hay avances que se acercan más a ella, aunque también cautela.

“El motivo de desarrollar vacunas de combinación es porque van a facilitar que las personas reciban una inyección en lugar de dos o de tres. Y esto facilita a los sistemas de salud también; es parte del futuro, es lo que pasa en los bebés, ellos reciben cinco o seis vacunas (en una) por un asunto también de comodidad”, dijo a La Nación Alejandra Gurtman, vicepresidenta del área de Investigación y Desarrollo de Vacunas de Pfizer, en una actividad con prensa internacional efectuada recientemente.

Esto, añadió, tiene el potencial de simplificar las prácticas de inoculación contra dos enfermedades respiratorias que causan síntomas severos en algunas poblaciones, y que por la mutación de los virus requieren actualizaciones periódicas.

La plataforma de ARN-mensajero (ARN-m), que se hizo famosa contra las vacunas de covid-19, da la posibilidad de utilizar en poco tiempo esta tecnología y adaptarla a los virus cambiantes.

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La vacuna

¿Cómo sería esta vacuna? El nombre que se le da es “combinada”, pues es, en sí misma, dos vacunas en una contra dos enfermedades de transmisión respiratoria muy prevalentes y que pueden poner en compromiso la salud y calidad de vida de adultos mayores, personas con problemas inmunitarios y pacientes de enfermedades crónicas.

La primera vacuna de este “combo” incluye dos subvariantes del virus SARS-CoV-2, causante de la covid-19: la BA.4 y la BA.5 de la variante ómicron. Estas subvariantes ya se utilizan en la vacuna actual contra covid-19 (también llamada bivalente, porque tiene dos variantes).

La segunda se llama qIRV y utiliza la plataforma ARN-m contra cuatro tipos del virus de la influenza. Este producto está en fase III de ensayos clínicos y sería la primera vacuna contra la influenza con esta tecnología.

El ensayo está probando tres combinaciones diferentes de dosis para atacar ambas enfermedades. Dos grupos de control reciben o solo la vacuna contra la gripe o solo contra covid-19.

Aún no se tiene definido si esta será una dosis anual (como sucede contra la influenza) o más espaciada en el tiempo.

El producto se inyecta en el mismo músculo que se utiliza en las vacunas contra ambas enfermedades.

El ensayo clínico

El estudio comenzó en la primera semana de noviembre pasado con 180 participantes entre los 18 y los 64 años.

Este estudio de fase I ya lleva un semestre de avance, pero Gurtman confirmó a La Nación que se están haciendo “estudios de fase I y II”. Toda vacuna tiene tres fases de ensayos clínicos, en la primera se ve la seguridad (que tenga menos efectos secundarios que beneficios), la dosis que se pondrá y la eficacia en un pequeño número de personas sanas; en la segunda se ve la eficacia de la dosis en un número mayor de personas.

“La investigación tiene dos objetivos. La primera es asegurarse que dando dos vacunas en una sola inyección no produce mayores efectos adversos, la segunda es demostrar que la respuesta inmune de una no interfiera con la otra (es decir, que los resultados no se anulen). Debemos asegurarnos de tener esos dos objetivos antes de que sea realidad”, expuso Gurtman.

En diciembre pasado, la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) dio vía rápida al desarrollo de esta vacuna. La vía rápida es un proceso diseñado para facilitar el desarrollo y la revisión expedita de nuevos fármacos que buscan tratar o prevenir condiciones médicas severas o que apuntan hacia una necesidad médica que no tiene opciones.

Aunque todavía se desconoce cuándo estará lista la vacuna y sus resultados, esto puede abrir puertas a nuevas vacunas.

“Los datos que recojamos del ensayo clínico nos darán más señales del potencial de las vacunas de ARN-m de combatir más de un patógeno a la vez. Esto nos permitirá llevar nuestro desarrollo contra las enfermedades infecciosas más cerca de los pacientes”, señaló en un comunicado de prensa Ugur Sahin, director ejecutivo y cofundador de BioNTech.