San José
Por ponerle música y nuevo ritmo a la vida de cientos de jóvenes costarricenses en Parrita, el profesor, compositor y folclorista Franklin Mejía Vindas fue honrado hoy con el premio Mauro Fernández 2015, máximo galardón que se otorga desde 1986 a un docente nacional destacado por su servicio.
Mejía es oriundo de Chires Abajo de Parrita, tiene 49 años y trabaja en la escuela donde hay una matrícula de 245 estudiantes. Esta zona es considerada por el Ministerio de Educación Pública (MEP) como urbano-marginal.
Tiene cinco hijos Mariam (12 años), José Francisco (17), Sergio (21) , Jocelyn (25) y Vinicio (26). Todos estudian o estudiaron música y tocan guitarra, bajo, marimba, piano o percusión.
“Franklin Mejía es premiado por sus treinta años de servicio no solo a nivel educativo sino su trascendencia comunitaria”, aseguraron las autoridades en la ceremonia realizada hoy en el Auditorio de la Presidencia de la República en Zapote. En ella estuvieron Sonia Marta Mora, ministra de Educación; Alicia Vargas Porras, viceministra Académica; Emilia Molina Cruz, diputada; Eida Calvo Arias, representante de Colypro; Grettel Mora Chacón, representante del Sindicato de Educadores Costarricenses.
El MEP destacó que en estas tres décadas, este 'profe' se ha desempeñado como maestro, director de escuela, director de bandas musicales y supervisor de circuito.
Además, sobresalió de entre todos los evaluados por su genuino interés para que la cultura costarricense se conozca a nivel mundial. De hecho, colo líder del grupo Folclórico Inspiraciones Costarricenses ha viajado varias veces a representar al país fuera a Europa y Asia.
Y es que según cuenta él mismo, aunque hoy es su pasión y vocación, él llegó a convertirse en profesor de música por casualidad pero hoy incluso compone música folklórica y ha escrito los himnos de diferentes centros educativos de la región.
Su afán por aprender y liderar iniciativas positivas entre jóvenes y la comunidad también lo han convertido en poeta, árbitro, mecánico, así como voluntario en lasAsociaciones Administradoras de Sistemas de Acueductos y Alcantarillados Sanitarios (Asadas).
Entre sus logros también destaca que su comunidad tenga WIFI gratuito en un radio de 250 metros de la escuela.
Según Mejía, para él este premio es una forma de honrar al esfuerzo familiar que lo sostuvo cuando quiso desertar sus propios estudios. "En la vida hay que ponerle bonito a la estudiada. Hay que ponerle amor. Uno debe entender que hoy puede sembrar para recoger mañana y que ningún esfuerzo es en vano. Yo soy un ejemplo de eso".
Los padres del ganador Primitivo Arguedas y Dora Vindas y su hija Mariam estuvieron presentes en el acto.
Por primera vez en la premiación participaron descendientes de Mauro Fernández Acuña como Álvaro Luque Fernández, Ligia Marta Chacón Fernández y Victoria Eugenia Saxe Fernández. "Es un enorme orgullo que mi bisabuelo haya democratizado la educación. Eso le dio muchas oportunidades a todos", dijo Saxe.
Como decía don Mauro, "la libertad y la democracia van de la mano con la inversión en la educación", concluyó Chacón.