Hasta un 65% de la población costarricense debe lidiar con algún tipo de alergia.
Hay quienes son alérgicos a comidas, al polen, a la humedad, a las picaduras de insectos...
Esto último pudo haberle ocurrido, la semana anterior, al artista plástico Leonel González quien salió a realizar un recorrido en bicicleta y, luego de una semana de estar desaparecido, fue hallado sin vida en calle La Ciénaga, en San Rafael de Heredia.
Según Leonel Duarte, asistente de la Dirección Nacional de Socorros y Operaciones de la Cruz Roja, una picadura de insectos pudo desencadenarle una reacción alérgica severa y causar el fallecimiento del pintor.
Los síntomas de la alergia son variados: desde la dermatitis atópica (ardor y enrojecimiento de la piel) hasta complicaciones, como la hipotensión corporal y la taquicardia, que pueden comprometer la vida de una persona.
Del ambiente. Las alergias son reacciones exageradas del sistema inmunológico a agentes que, generalmente, no causan daño al resto de la gente.
Según la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), la principal causa de consulta por alergias en los hospitales es la rinitis alérgica.
Tales afecciones son causadas por agentes ambientales. “El polen, los ácaros, la humedad y los cambios de temperaturas aumentan los síntomas y pueden ocasionar una crisis”, explica el alergólogo y pediatra David Romero, del Servicio de Alergología del Hospital Nacional de Niños.
El asma es otra de las manifestaciones de alergias más recurrentes. Esta suele venir acompañada. Según un estudio publicado en la revista Annals of Allergy, Asthma & Immunology , de abril, el 75% de las personas de 20 a 40 años con asma, así como el 65% de las personas de 55 años y mayores con esa afección, padecen otro tipo de alergia.
Asimismo, un 20% de los costarricenses presentarán una o varias reacciones alérgicas al polen a lo largo de su vida. De ellos, solamente el 5% requerirá atención médica inmediata.
Existen una gran variedad alergenos causantes de estos males. Por ejemplo, las reacciones inmunológicas a ciertas comidas, como huevo, nueces o mariscos. También se presentan por el consumo de medicinas, la cercanía de mascotas y las picaduras de insectos (abejas, zancudos y hormigas).
“No hay un perfil de quién puede ser alérgico o quién no. Se sabe que los pacientes de rinitis o asma tienen más probabilidades de tener reacciones alérgicas, pero no significa que alguien que no sea rinítico no pueda tener una reacción inesperada”, dice el alergólogo Giovanni Sedó.
Según la Organización Mundial de Alergia (WAO, por sus siglas en inglés), el 50% de los individuos que desarrolla una reacción grave ante una picadura de insectos no tiene un cuadro de ese tipo en su historial médico.
El choque anafiláctico, como se conoce a la reacción alérgica severa, se presenta repentinamente y requiere atención médica urgente pues puede causar la muerte en 30 minutos. Se caracteriza por la sensación de opresión en la garganta, náuseas, mareos y el descenso de la presión arterial.
Para los especialistas, la clave con las alergias es el tratamiento con algunos antiinflamatorios y el conocimiento preciso del agente que causa la afección.
En la actualidad, existen pruebas que determinan el alergeno que aqueja al paciente y se ofrece la inmunoterapia, una serie de inyecciones reducidas de la sustancia causante de la alergia que permiten que el paciente se vaya “desensibilizando” paulatinamente.