Nuevo implante cardíaco utiliza tejidos de vaca

Técnica alarga la vida hasta 1,9 años más que método convencional

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Nueva Orleans. AFP y AP Una nueva técnica que reemplaza la válvula aorta del corazón mediante un implante hecho de tejidos de vaca, mostró un índice de supervivencia similar al de las operaciones a corazón abierto y extendió la esperanza de vida, reportaron investigadores estadounidenses.

La nueva técnica de reemplazo de la válvula aorta por inserción de catéter (TAVR, por sus siglas en inglés) es menos invasiva que la cirugía convencional y también podría ser una opción prometedora para pacientes gravemente enfermos, según el estudio presentado durante una conferencia del American College of Cardiology, ayer domingo.

Este nuevo método disminuyó los costos de rehospitalización en los pacientes débiles y de edad avanzada, y aumentó la esperanza de vida hasta 1,9 años. Sin embargo, presentó mayores riesgos de derrames cerebrales y otras complicaciones cardíacas, según la investigación.

La técnica TAVR consiste en insertar al corazón, a través de un catéter instalado en alguna arteria de la pierna o de la caja torácica, un tubo que sostenga las tapas de tres válvulas interconectadas hechas con tejido de vaca.

El estudio tomó en cuenta los resultados de 699 pacientes de una edad promedio de 84 años, a quienes se les prescribió, al azar, ya sea un TAVR o una cirugía a corazón abierto para reemplazar la válvula aorta.

Todos los pacientes sufrían de una grave estenosis aórtica; es decir, que tenían obstruida la válvula aorta, lo que impide el paso de la sangre oxigenada y que hace que el corazón trabaje más, a fin de bombear la sangre a través de un orificio muy estrecho.

Esta enfermedad afecta a nueve de cada 65 estadounidenses. Sin tratamiento, la mitad de los pacientes muere en dos años.

Más esperanzas. Esta no es la única buena noticia para los enfermos del corazón, que trascendió ayer.

Otra investigación divulgada este domingo señaló que las personas enfermas de válvula aórtica podrían, en breve, evitar una cirugía a corazón abierto, gracias a un nuevo mecanismo de regulación sanguínea que se implanta mediante una cánula por una arteria.

El estudio abarcó a unas 700 personas con edad promedio de 84 años, a las que se consideró que no podrían resistir una operación y a las que se diagnosticó un alto riesgo de sufrir complicaciones si se les sometía a una cirugía mayor.

La mitad de los pacientes fueron sometidos a cirugía ordinaria y la otra mitad recibieron la válvula experimental de la empresa Edwards Lifesciences Corp., la cual es colocada por una arteria desde la ingle o el pecho.

Después de un año, casi 24% de los pacientes en los que se utilizó la arteria y el 27% de quienes se sometieron a cirugía fallecieron, en resultados equiparables en un estudio de esta dimensión.