La nueva catedral de Limón fue consagrada ayer por la tarde, en una actividad que representó el culmen de las obras que dieron vida a este nuevo edificio.
La nueva catedral sustituye al inmueble anterior, severamente dañado tras el terremoto de 1991.
Tras ese sismo, el entonces obispo de la diócesis de Limón, Francisco Ulloa, comenzó las tareas para levantar un nuevo templo, junto con la Asociación de Amigos de la Catedral de Limón.
La consagración realizada ayer fue presidida por el actual obispo de la diócesis de Limón, José Rafael Quirós.
La consagración es un rito católico de alta significación, mediante el cual se destina formalmente la estructura a los oficios religiosos.
La nueva catedral de Limón tiene un área de construcción de 1.600 metros cuadrados y una capacidad para 600 fieles sentados.
Su diseño y planos constructivos se realizaron durante un año (a partir de abril del 1999) y para su construcción se necesitaron aproximadamente ocho años.
El diseño arquitectónico de la catedral estuvo a cargo del arquitecto Raúl Goddard Ensáustiga, socio de la empresa consultora DYPSA, a la cual, además del diseño, se le encargaron los planos y la inspección de esta obra.
El ingeniero José Sandoval tuvo a su cargo el diseño e inspección estructural, “el cual fue especialmente complejo por la forma asimétrica de la catedral y por las características del subsuelo para efectos de su cimentación”, explicó la empresa DYPSA en un comunicado.
El Cristo que regenta este nuevo templo es obra del escultor costarricense, radicado en Italia, Jorge Jiménez Deredia.