Una madre limonense se preocupó al ver que a su hijo de dos años aún no se le veía ni palpaban los testículos, ni en el escroto ni en la ingle. Confundida, acudió al Hospital Tony Facio para consultar la situación.
En el centro médico se le diagnosticó al niño criptorquidia bilateral, una condición que provoca la ausencia de los testículos en el escroto. Este caso era todavía más inusual, pues en el 85% de los pacientes solo uno de los testículos está un poco más arriba de lo usual, pero en este paciente eran ambos y estaban en la cavidad abdominal.
La cirugía se programó en cuestión de días; profesionales del servicio de Cirugía Pediátrica realizaron una orquidopexia bilateral laparoscópica. Este procedimiento consiste en introducir una cámara a través del ombligo para ubicar los testículos del paciente y luego descenderlos hacia el escroto.
“Los testículos estaban dentro del abdomen. Una vez que se localizan, hay que disecarlos y descenderlos al escroto con unas pinzas laparoscópicas”, explicó Hellen Siles Víquez, cirujana pediátrica que coordinó la intervención.
Importancia de detectar el problema
Siles comentó que es importante que los padres estén pendientes de si su hijo no tiene uno o los dos testículos (ya sea a la vista o al intentar palparlos). Si no se encuentran deben ir lo más pronto posible a un centro de salud.
Si el problema no se atiende podría dar origen a complicaciones, como atrofia testicular (reducción anormal en el tamaño de los testículos), torsión testicular (el testículo gira y enrolla el cordón que suministra sangre al escroto), hernia inguinal (un tipo de hernia en los intestinos) e incluso, cáncer testicular.
El menor ya se recupera sin problemas y está en citas de seguimiento, para monitorear cómo evoluciona la condición.