Neoyorquinos sí podrán tomar gaseosas de más de medio litro

Tribunal de apelaciones vetó medida de alcalde Michael Bloomberg

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Nueva York. AFP. Un tribunal de apelaciones de Nueva York ratificó el martes el fallo de un juez que bloqueó en marzo pasado la prohibición de venta de bebidas gaseosas gigantes (de casi medio litro) impulsada por el alcalde Michael Bloomberg.

La decisión del tribunal de segunda instancia constituye un duro revés para Bloomberg, que había proclamado la medida como un paso importante para luchar contra la obesidad.

"La decisión de hoy es un retroceso temporario y planeamos apelarla mientras continuamos nuestra lucha contra la epidemia de la obesidad", dijo el alcalde en un comunicado.

El juez Milton Tingling había dado la razón en marzo pasado a grupos industriales, liderados por la Asociación Estadounidense de Bebidas (ABA, por su sigla en inglés) y la Asociación Nacional de Restaurantes (NRA, por su sigla en inglés), que habían pedido bloquear la iniciativa de Bloomberg.

El fallo de Tingling calificaba a la restricción de la venta de sodas de 16 onzas (470 mililitros) en los restaurantes de comida rápida y otros lugares como una medida "arbitraria".

"Estamos satisfechos de que la decisión en primera instancia fue mantenida", reaccionó de su lado Asociación Estadounidense de Bebidas en un comunicado.

"Con este fallo respaldándonos, esperamos colaborar con los líderes de la ciudad en soluciones que tengan un impacto duradero y significativo en la gente de Nueva York", agregó.

Bloomberg había anunciado en mayo su intención de prohibir las sodas gigantes, algo sin precedentes en una ciudad estadounidense.

Su decisión suscitó un acalorado debate, con peticiones y campañas de ambas partes en los medios de comunicación.

Unos defendían la necesidad de combatir la obesidad y otros las libertades individuales, diciendo que el alcalde no es quién para decidir lo que se puede o no beber. Otros, escépticos decían que la medida no cambiaría en nada la epidemia de obesidad.

Según las estadísticas oficiales, unas 5.000 personas en Nueva York mueren cada año por problemas vinculados a la obesidad. Uno de cada ocho neoyorquinos adultos tiene diabetes, que puede ser agravada por el consumo de azúcar.

Bloomberg afirmó este martes que "más de 2.000 neoyorquinos han muerto por los efectos de la diabetes" desde que el pasado 12 de marzo se frenó la inédita limitación de la Ciudad de Nueva York a las sodas gigantes.

Más de la mitad de los neoyorquinos (58%) tienen sobrepeso o son obesos, y este problema afecta a cerca del 40% de los niños de las escuelas públicas, de acuerdo con cifras de la alcaldía.

El consumo de refrescos, a menudo más baratos que el agua, es una de las causas identificadas del problema, según los expertos.

La epidemia de la obesidad cuesta miles de millones de dólares en costos de atención médica.

Las medidas propuestas por la ciudad no impedían que la gente comprara refrescos en envases más pequeños.

La prohibición no incluía a las bebidas de 16 onzas vendidas en los supermercados o a ninguna bebida en base a leche o frutas, muchas de las cuales también contienen grandes cantidades de azúcar.

Durante los casi 12 años que ha sido alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, de 71 años, hizo de la salud pública su caballito de batalla. Fue él quien inició la prohibición de fumar en bares y restaurantes en 2003, una decisión ampliamente imitada en otros lugares desde entonces.

Bloomberg abandonará su cargo a fines de año tras tres mandatos consecutivos.