Tienen sueños tan diferentes como los contextos de los que provienen; sin embargo, comparten el mismo éxito: la calificación más alta de ingreso a la Universidad Nacional (UNA).
Ocho jóvenes obtuvieron el total de los 900 puntos posibles en el proceso de admisión.
A diferencia de lo que sucedió en otras universidades públicas, en la UNA, el 55% de los 20 mejores puntajes corresponden a estudiantes de colegios públicos, y el 40% estudió en nocturnos, liceos rurales o el sistema de educación abierta.
Yeny Quirós estudió en el Liceo de Puriscal; Ólger Rojas, en el Colegio Nocturno de Palmares de Pérez Zeledón; Natalia Bolaños y Jaqueline Rojas fueron alumnas del Liceo Experimental Bilingüe de Grecia; Alejandro Flores se graduó de Colegio Técnico Jesús Ocaña; Karol Quesada, del Colegio Seminario; Jerson Castro, del Liceo Experimental Bilingüe de San Ramón, y Luis Castillo ganó el bachillerato a distancia.
Esto se debe a las características del trámite de admisión de la UNA, que aplica el mismo examen de ingreso de la Universidad de Costa Rica (UCR) pero con un proceso distinto, pues desde el 2009, los aspirantes son agrupados en tres estratos, de manera que participen con personas que tienen características similares.
Así, en el estrato 1 están los colegios privados, subvencionados, científicos, humanísticos y extranjeros. El estrato 2 se destina a colegios públicos, y el estrato 3 es para colegios nocturnos, liceos rurales y bachillerato por madurez o a distancia.
“Damos mayor oportunidad a personas que merecen estar dentro del sistema educativo. Hemos mejorado la atracción de gente que muchas veces quedaba fuera. No solo se trata de graduar profesionales, también de colocarlos en el mercado. Es algo que hemos logrado”, aseguró Alberto Salom, rector de la UNA.
Felices. Solo seis de los ocho estudiantes con el máximo puntaje asistieron al homenaje y no todos saben lo que quieren estudiar, pues aseguran que es algo que deben meditar todavía.
Luis Castillo sí está seguro de que estudiará Piano. De hecho, él dejó el Colegio Saint Francis para sacar bachillerato a distancia mientras llevaba el programa de piano en la misma UNA.
“Es lo que siempre he querido, dedicarme a la música. Vengo de una familia de músicos y lo mío es el piano”, aseguró el joven.
Karol Quesada también tiene en firme su decisión de ir en pos de su sueño en Gestión Ambiental. “El ambiente es nuestra casa y debemos saber cuidarlo, por eso escogí esto”, explicó.
Los homenajeados reconocieron que los tomó por sorpresa saber que fueron los más destacados en este proceso de admisión.
“Yo entré en la página de Internet a ver el resultado y vi el 900, pero no entendía qué era. Tuve que preguntar cuál era mi nota, uno hasta por segundos piensa que se trata de un error cuando le dicen que es la más alta posible”, comentó Alejandro Flores.