Médicos ticos reconstruyen rostro de víctima de explosión de bombeta

Paciente tiene quemaduras en dos terceras partes de la cara y fracturas

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Especialistas en cinco áreas del Hospital Calderón Guardia comenzaron el martes la compleja reconstrucción del rostro de Dennis Buckredge, vecino de Limón, que perdió dos terceras partes de la cara tras la explosión de una bombeta.

Según comentaron los médicos encargados, todo parece indicar que Buckredge estaba, el 27 de diciembre, en una fiesta y que una bombeta de turno no estallaba. Cuando él intentó ver qué sucedía, la bombeta le explotó en la cara.

Como resultado, dos terceras partes del rostro quedaron con quemaduras graves, y fracturados los huesos de la nariz y los pómulos. A esto se le suma la inflamación de la cabeza y la pérdida de los dos ojos.

Desde este martes, enfermeros y especialistas en oftalmología, otorrinolaringología, cirugía maxilofacial, cirugía reconstructiva y neurología buscan reconstruir la cara de este hombre, de 31 años, para darle un nuevo rostro.

“Estas explosiones causan dos tipos de problemas en la salud de una persona: por un lado, el fuego y el calor causan quemaduras muy serias y, por otro, las ondas expansivas, producto del fuego, causan heridas que abren la piel y provocan lesiones más profundas”, comentó William Chow, cirujano maxilofacial, quien es uno de los especialistas encargados de la operación.

Buckredge ya fue sometido a la primera intervención para comenzar la reconstrucción de su rostro. No obstante, según explicó Chow, aún deben cicatrizarse las heridas del paciente para ser sometido al siguiente procedimiento.

“No es posible determinar cuánto tiempo durará el paciente en cicatrizar. Estimamos que pueda hacerlo en, aproximadamente, un mes”, señaló el especialista.

Hacia una nueva cara. Luis Paulino Hernández, director del centro médico, explicó que el paciente llegó procedente de Limón, el pasado 28 de diciembre, pero en aquel momento la prioridad era estabilizarlo, por lo que fue entubado, se limpiaron las heridas y se le dio antibiótico para evitar infecciones con bacterias.

El martes se hizo la primera cirugía que busca reconstruir su cara por completo.

A la 1:30 p. m., especialistas en otorrinolaringología le realizaron una traqueotomía (abertura en la tráquea para permitir el paso del aire en el paciente) para que Buckredge pudiera respirar.

Seguidamente, cirujanos maxilofaciales y cirujanos reconstructivos eliminaron todos los tejidos muertos y lavaron todas las heridas. Además, le pusieron antibióticos para evitar infecciones y unguentos para humectar los tejidos.

El proceso demoró entre cuatro horas y media y cinco.

“Aún debemos esperar a que sanen sus heridas. De momento, se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos”, dijo Chow.

Próximos pasos. Chow señaló que, el próximo mes, el paciente será sometido lavados quirúrgicos cada dos días para evitar infecciones.

Posteriormente, las valoraciones neurológicas y la cicatrización de las heridas determinarán el momento de la siguiente cirugía.

“El último TAC encontró un edema cerebral difuso. Esto quiere decir que su cerebro aún está muy inflamado tras el accidente y no pueden determinarse certeramente los posibles daños”, manifestó Hernández.

Una vez que el paciente esté listo para la siguiente operación, los cirujanos maxilofaciales y reconstructivos volverán a poner los huesos en su lugar y los fijarán con placas y tornillos de acero para asegurarlos y darle forma al rostro.

Luego, se evaluará si el paciente está listo para la colocación de injertos de piel.

Por su parte, los oftalmólogos removerán los ojos y verán si ya está listo para la colocación de ojos artificiales o si deberá esperar una tercera intervención.

“El paciente perdió la vista, pero se hará todo para que tenga la mejor calidad de vida posible y reconstruir su rostro”, dijo Hernández.

Ambos médicos enfatizaron la importancia de evitar el contacto con la pólvora, pues este accidente es solo uno de los ejemplos de lo que puede causar un mal uso de los juegos pirotécnicos.

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