Médico costarricense ayudó a crear técnica de anestesia para bajar el dolor en cirugías de glúteos

El anestesiólogo José Fabio Rodríguez quería dar alivio al dolor posoperatorio de implantes de glúteos; junto con otros profesores tomó una técnica, la perfeccionó y dio origen a una que resultó exitosa

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La historia comienza con una conversación que el anestesiólogo costarricense, José Fabio Rodríguez Sojo, tuvo a inicios de año con una paciente de cirugía plástica. Dentro de su trabajo, él labora con varios cirujanos plásticos. Esta paciente, en particular, llegaba para extraerse biopolímeros que se había inyectado años atrás.

Los biopolímeros son sustancias que se utilizaron durante años para inyectar en diferentes zonas del cuerpo para aumentar el tamaño o volumen. Conforme pasaron los años se vio que estas podían ser tóxicas e incluso personas que estuvieron cerca de la muerte. Entonces se pidió a las personas retirarlos.

“Es una sustancia artificial, es plástica y puede causar muchos daños. En Colombia ya se considera delito la aplicación de estas inyecciones”, puntualizó.

Mientras hablaba con la paciente, Rodríguez le preguntó por qué había acudido a esa técnica, y ella dijo que no había encontrado otra opción para aumentar el tamaño de sus glúteos, porque una zona del cuerpo que siempre le había acomplejado y quería aumentarla. El anestesiólogo lanzó otra pregunta: ¿por qué no había pensado en implantes de silicona, que son más seguros?”.

La respuesta lo dejó pensando: “Porque duele demasiado”.

“Eso es completamente cierto. Es posiblemente la cirugía plástica más dolorosa que existe. Puede durar hasta dos semanas o hasta un mes”, resumió Rodríguez.

El anestesiólogo se especializó en España en una rama de la anestesiología conocida como anestesia regional. Esta, explicó, consiste en dormir sitios en el cuerpo mediante la localización, con ultrasonido, del nervio que se encarga de esa zona.

“Hay muchos bloqueos para muchas partes del cuerpo, pero para los glúteos no existía, o yo no conocía. No había opciones para esa zona”, señaló.

“Sentí que esta cirugía es dolorosa, el único responsable o el único encargado de encontrarle una solución y hacerla menos dolorosa es el anestesiólogo. Este no es el campo del cirujano plástico”, añadió.

¿Por qué son tan dolorosas estas cirugías? Rodríguez explicó que, el glúteo mayor, el músculo que le da la forma al trasero y donde se coloca el implante del silicón, tiene muchas terminaciones nerviosas. Como el implante se coloca en el medio se debe cortar el músculo para meter el implante. Eso genera mucho dolor.

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En búsqueda de soluciones

Esta conversación llevó a Rodríguez a buscar opciones que pudieran tener las personas que, por alguna razón u otra, quisieran aumentar el tamaño de sus glúteos y tuvieran una cirugía ahí.

Llamó a los profesores con los que se formó en España. Hicieron revisión de literatura médica y no encontraron soluciones para cirugías en los glúteos. Siguieron buscando información, hicieron pruebas en cadáveres. Finalmente encontraron un artículo de un cirujano plástico de Cerdeña, Italia.

Ese artículo era un reporte de 20 cirugías de aumento de glúteos con implantes entre 2017 y 2021. Estas cirugías eran hechas con una técnica de su invención en las que se infiltraban los glúteos con una solución tumescente: un suero con anestesia local (técnica que también se utiliza en liposucciones).

Basándose en el principio que utilizó ese cirujano plástico, decidieron darle forma y adaptarlo a un bloqueo regional.

“Se redujo drásticamente la cantidad de anestesia local que utilizaba este cirujano plástico porque nosotros utilizamos un ultrasonido para detectar el nervio, y de esta forma es más selectivo, más seguro y sin necesidad de utilizar altas dosis. Nos dimos a la tarea de diseñarlo y probarlo en un paciente, eso nos iba a dar la respuesta definitiva. Porque un cadáver nos da la parte anatómica, pero ya el resultado solo puede intentarse en un paciente real”, aseguró Rodríguez.

Este bloqueo consiste en inyectar anestesia local en el glúteo mayor. A través de ultrasonido, se determina con exactitud la ubicación de todo este músculo y sus terminaciones nerviosas. Cuando el paciente ya está bajo anestesia total y está dormido y se inyecta anestesia local en esa zona para anestesiar las terminales nerviosas para que cuando el cirujano corte en introduzca el implante, ya esa zona está anestesiada.

“Esto hace que haya menor dolor. Además, por sus componentes hay menos sangrado. La recuperación es mucho más rápida y más placentera”, destacó.

La prueba

Tanto el costarricense como sus profesores españoles sabían que probablemente este paciente llegaría a Costa Rica. Este tipo de cirugías no son comunes en Europa, pero son más frecuentes en América Latina.

Al poco tiempo, un paciente llegó con uno de los cirujanos plásticos con los que trabaja Rodríguez para un aumento de glúteo con implantes. Él le explicó y obtuvo su consentimiento.

“Este paciente salió de la cirugía sin dolor, y su recuperación fue muy rápida, muy positiva y muy diferente a la recuperación de un paciente que se hace una cirugía de estas sin bloqueo”, manifestó.

Para él, el que el primer caso fuera hombre, dimensionó más el éxito del procedimiento anestésico. Los hombres usualmente son más sensibles al dolor que las mujeres por lo que “aguanta menos” y es normal que describan sentir más dolor e incomodidad.

“Este paciente se levantó de la cirugía y se puso bocarriba inmediatamente, cuando la mayoría no puede hacer eso por el dolor. Se levantó dos veces a orinar esa noche, sin ayuda. Normalmente a los pacientes se les dificulta levantarse y muchas veces los tienen que ayudar a orinar en sus camas, sin caminar hacia el baño”, precisó.

Luego de esto tuvo otro caso similar igual de exitoso. Con estos dos casos, conversó con sus profesores y enviaron un reporte de casos a la Sociedad Española de Anestesia para informarles.

“Ellos me invitaron a presentar estos resultados al Congreso Anual que se llevó a cabo en Oviedo. Ahí tuve una respuesta muy positiva de parte de los anestesiólogos presentes, por ser una técnica nueva, en una zona en donde no existía ninguna opción para aliviar el dolor”, afirmó.

Desde hace cuatro meses, varios cirujanos plásticos con los que trabaja Rodríguez ya brindan esta opción de anestesia para quienes requieren cirugías en los glúteos.

La historia no termina ahí. Como parte del proceso científico, Rodríguez buscó publicar su reporte de casos en una revista. Fue aceptada en la revista Cureus.

Además, va a capacitar a otros colegas. Rodríguez recibió un mensaje de un cirujano plástico de Colombia preguntando si podría ir a capacitar a los anestesiólogos con los que trabaja para que ellos aprendan la técnica. En este país los implantes de silicón en los glúteos son más comunes.

“Es relativamente fácil de reproducir, entre nosotros mismos, anestesiólogos podemos facilitar para que ellos aprendan y los pacientes se beneficien de esto sin sufrir por la cirugía los días siguientes”, concluyó.